El presidente de Uganda se presentará a la reelección en 2026 para terminar de perpetuarse en el poder

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El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha dado el primer paso hacia una reelección prácticamente cantada el año que viene tras cumplimentar los primeros formularios en el inicio de su carrera para, a sus 80 años de edad, revalidar el poder que lleva ostentando desde 1986.

"Con la recogida de los formularios de nominación, declaro mi interés en presentarme tanto al cargo de abanderado presidencial, como de presidente nacional del Movimiento de Resistencia Nacional", ha declarado Museveni en un mensaje publicado en su cuenta de X en referencia a su histórico partido.

Musveni ha formalizado así su presencia con una ceremonia en la sede del partido en la capital del país, Kampala, días después de que el gran líder opositor ugandés, Robert Kyagulanyi Ssentamu, conocido popularmente por su nombre artístico, 'Bobi Wine', rellenara los mismos formularios como representante de su partido, la Plataforma de Unidad Nacional (PNU) en lo que se perfila como una revancha altamente simbólica de las elecciones de 2021.

Museveni parte como favorito absoluto para revalidar un cargo que asumió en enero de 1986 tras el punto y final de la guerra entre su antiguo movimiento armado, el Ejército de Resistencia Nacional, contra el Ejército de Liberación Nacional de Uganda (ELNU) de Milton Obote y, en último término, tras derrocar al entonces líder del país, Tito Okello Lutwa.

La estabilidad que proclama Museveni contrasta con las críticas de Naciones Unidas a la situación de los Derechos Humanos en el país. De hecho, la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos cesó en 2023 sus operaciones en el país africano después de casi dos décadas de actividad después de que el Gobierno ugandés denunciara un informe que señalaba profundas deficiencias en el cumplimiento de los derechos y libertades en el país.

Opositores como 'Bobi Wine' o más recientemente Kizza Besigye denuncian constantemente maniobras de persecución política orquestadas por Museveni y por su hijo, el comandante del Ejército, el excéntrico Muhoozi Kainerugaba, quien ha "bromeado" en numerosas ocasiones con torturar e, incluso, con "decapitar" a los oponentes de su padre.