La ONU muestra su preocupación por las protestas en Kenia y alerta de una violación del Derecho Internacional

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La portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Liz Throssell, ha expresado este jueves su preocupación por la brutalidad policial registrada en el marco de las protestas de los últimos días en Kenia y ha alertado de que el uso letal de la fuerza puede suponer una violación del Derecho Internacional.

"Estamos muy preocupados por los indicios de muertes entre los manifestantes durante las protestas en Kenia. Nos preocupan especialmente las informaciones sobre heridas de bala. (...) El uso de armas por parte de la Policía debe servir únicamente a medidas de protección de la vida o para impedir heridas de gravedad ante una amenaza inminente", ha aseverado Throssell en un comunicado.

En este sentido, ha destacado la importancia de poner en marcha una "investigación exhaustiva, transparente e independiente para que los responsables sean llevados ante la Justicia de acuerdo con el Estado de Derecho". "Instamos a la calma y la contención para que estos actos no se vuelvan recurrentes", ha añadido.

"El derecho a la libertad de expresión y de asociación son piedras angulares del Estado de Derecho y deben ser respetadas por encima de todo", ha aseverado en relación con una represión que ha dejado de momento más de una decena de fallecidos.

La Comisión de Derechos Humanos de Kenia (KHRC, por sus siglas en inglés) ha denunciado en un comunicado que la Autoridad de Comunicaciones de Kenia (CA) ha emitido una orden para detener la cobertura en directo de las manifestaciones y para limitar el acceso a Telegram, una medida similar a la impuesta en 2024 sobre la red social X, así como contra los medios de comunicación.

Estas protestas, encabezadas por jóvenes estudiantes y organizadas principalmente en Nairobi, buscan acabar con el uso excesivo de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad y reclamar, además, una mejora de la gobernabilidad por parte de las autoridades de un país que hace frente además a una grave crisis económica.

Muchos consideran que la frustración está aumentando, especialmente entre los jóvenes que tienen ahora unos 30 años de edad y que han mostrado una gran desafección hacia la situación política y económica que atraviesa el país africano. Además, es este sector poblacional el que más arremete contra el Gobierno por lo que consideran como una mala gestión de los principales asuntos que afectan a la población.