
(Bloomberg) -- Los trabajadores de la planta de General Motors Co. en San Luis Potosí, en el centro de México, votarán esta semana sobre su adhesión a un nuevo sindicato libre de la influencia del Gobierno y la dirección, en un contexto en el que los sindicatos independientes ganan terreno en la industria automotriz mexicana.
Los 6.500 empleados de la planta de GM no cuentan con representación desde 2023, cuando el sindicato anterior no cumplió con los requisitos de certificación del acuerdo comercial USMCA y fue sustituido por un consejo interno de trabajadores liderado por la empresa.
El miércoles, a partir de las 5:00 a.m., hora local, comenzará la votación entre el sindicato independiente SINTTIA y el sindicato rival Carlos Leone. El proceso electoral se extenderá hasta el viernes, en un contexto de crecientes tensiones laborales en México, de cara a la revisión del T-MEC el próximo año.
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La industria automotriz mexicana ha sido criticada por años por el estancamiento salarial, derivado del control ejercido por la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Según sus críticos, el sindicato prioriza la recaudación de cuotas y el control de contratos, sin negociar mejoras reales para los trabajadores. En contraste, los nuevos sindicatos independientes han ganado terreno y han impulsado incrementos salariales en varias plantas.
El SINTTIA surgió tras las reformas laborales de 2019 impulsadas por el partido Morena, que modificaron el sistema sindical mexicano y permitieron la creación de organizaciones independientes.
El sindicato se hizo conocido tras una victoria histórica frente a la CTM en 2022, cuando logró representar a los trabajadores de la planta de pickups de GM en Silao, Guanajuato. En marzo, negoció allí un aumento salarial del 10,22%.
Una victoria del SINTTIA en San Luis Potosí podría derivar en negociaciones complejas, especialmente si los salarios suben de forma acelerada. GM anunció que está invertiendo US$4.000 millones en sus plantas en EE.UU., donde planea crear entre 3.000 y 4.000 empleos, al tiempo que traslada parte de la producción fuera de México para evitar los aranceles propuestos por el presidente Donald Trump.
En un comunicado del martes, un portavoz de GM indicó que el Centro Federal del Trabajo informó a la empresa sobre la realización de la votación sindical.
“Este proceso permitirá a los empleados ejercer su derecho a elegir libre y democráticamente el sindicato que los representará legalmente”, dijo el vocero. “Respetamos la libertad de asociación colectiva y el ejercicio de los derechos sindicales. GM México cooperará con las autoridades laborales y el gobierno durante todo este proceso y actuará conforme a la ley”.
La planta de San Luis Potosí produce los SUV GMC Terrain y Chevrolet Equinox. A partir de 2027, una planta en Kansas asumirá parte de la producción del Equinox en EE.UU. como parte de la reorganización industrial de GM.
Tras su éxito en Silao, el SINTTIA ha buscado conquistar el respaldo de los trabajadores en San Luis Potosí, prometiendo mejores salarios que el promedio actual de US$3 por hora y una mayor comunicación con la empresa, indicó su secretaria general, Alejandra Morales.
“Es una de las principales (plantas) donde a los trabajadores se les sigue tratando de una manera manera sobre explotada”, dijo. “No se les pide aprobación para cosas, se les imponen trabajos que ni siquiera están capacitados para realizar”.
Morales señaló que el SINTTIA trabaja junto a sindicatos independientes en Audi y Volkswagen para mejorar los salarios antes de la revisión del T-MEC. Recordó que el tratado estipula un salario de US$16 por hora, aún muy por encima del promedio actual de US$5 por hora en México.
“Estamos muy lejos de ganar los $16 la hora que está marcando el T-MEC ”, dijo Morales. “Es uno de los puntos que podríamos estar revisando”.
Alejandro Silva, secretario de Organización del SINTTIA, aseguró a través de un intérprete que muchos empleados necesitan un segundo trabajo para llegar a fin de mes. Si el sindicato gana, lucharán por incrementos salariales de hasta 20% anual, con el objetivo de acercarse a los niveles del sindicato United Auto Workers en EE.UU., que logró sueldos de hasta US$40 por hora con el acuerdo de 2023.
GM traslada a muchos trabajadores desde zonas rurales, explicó Silva. Con viajes largos en autobús y turnos de 12 horas durante cuatro días por semana, resulta difícil tener un segundo empleo. Por eso, afirmó, un aumento salarial es imprescindible.
“Tenemos algunos de los salarios más altos de la zona”, dijo Silva. “Pero incluso con eso, hay personas que viven por debajo del umbral de pobreza”.
Carlos Daniel Reyes Agustín, con tres años en la planta, dijo que también trabaja en una panadería los fines de semana para cubrir sus necesidades.
“Para tener lo básico, como un coche, llenar el depósito y tener internet en casa, tengo que tener un segundo trabajo”, contó, también mediante un intérprete.
Entre las demandas de los empleados están la posibilidad de ascender a puestos de liderazgo, mayor control sobre las vacaciones y un mejor trato para trabajadores discapacitados o embarazadas.
Silva considera que GM y otros fabricantes seguirán produciendo en México, incluso si se logran aumentos salariales y persisten los aranceles. La diferencia de costos sigue siendo significativa, dijo.
“Incluso con los aranceles y todos estos movimientos, sigue siendo más barato y las plantas aquí son igual o más productivas”, afirmó. “Es un modelo de negocio que funciona bien para la empresa. Al final, seguiremos produciendo en México”.
El sindicato Carlos Leone no respondió a una solicitud de comentarios después del horario laboral del martes.
Nota Original: GM Workers at Mexican Plant to Vote on New Union in Wage Push
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