
Alejandro Sanz está envuelto en la polémica desde que hace poco más de una semana una joven fan llamada Ivet Playà diese un paso al frente para destrozar públicamente el nombre del artista, con el que mantuvo una breve relación sentimental a finales de 2023 (poco después de cumplir la mayoría de edad, cuando él tenía 49 años).
Tras arremeter contra el cantante a través de redes sociales y acusarlo de traspasar todos los límites morales y éticos, la catalana se sentaba en el plató de '¡De Viernes!' para contar con todo lujo de detallles cómo fue su 'affaire', llegando a tachar al madrileño de "depredador sexual".
Mientras se especula que estas declaraciones de Ivet son una venganza contra Alejandro porque no quiso invertir una millonaria cantidad en los negocios que le proponía -y que pasarían por rehabilitar en casa rural una propiedad de su abuelo en Cataluña, reflotar una empresa familiar de jardineras, y montarle una empresa de marketing en Madrid-, el cantante de 'Corazón partío' ha puesto el asunto en manos de sus abogados y todo apunta a que podría emprender medidas legales contra su fan por las graves acusaciones que ha hecho, vulnerando así su derecho al honor y a la intimidad, además de difamar su nombre.
En medio de esta desagradable polémica, muchos se han preguntado dónde estaba su novia Candela Márquez, llamando la atención que no diese la cara públicamente por Sanz, y sobre todo su llamativa ausencia en la Primera Comunión de los hijos que el cantante tiene en común con Raquel Perera, Dylan y Alma, que han celebrado este fin de semana en su finca de Jarandilla de la Vera.
Lejos de que la irrupción de Ivet haya afectado a su relación, Alejandro y Candela están más unidos que nunca, y tanto es así que tras cumplir con sus compromisos profesionales en Miami, la actriz ha regresado a nuestro país para estar al lado del artista en este complicado trance.
Intentando pasar desapercibida y esquivar a las cámaras para no tener que pronunciarse sobre las durísimas declaraciones de la fan en contra de su pareja, la alicantina ha utilizado el servicio premium del aeropuerto de Madrid. Mientras Sanz la esperaba en casa, un amigo de Candela la sorprendía acudiendo a la exclusiva terminal con su perrito, al que ha colmado de mimos después de varias semanas sin verlo, antes de subirs a un vehículo para reencontrarse con el cantante en la intimidad.
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