Luxemburgo, 20 jun (EFE).- Suecia impulso este viernes un debate entre sus socios europeos para limitar el número de donaciones de esperma y óvulos entre los países de la Unión Europea, que han aumentado en las últimas décadas, planteando "varias preocupaciones éticas y regulatorias".
Los tratamientos de reproducción asistida se han incrementado por los cambios sociales y legislativos en los últimos años, entre ellos "la disminución general de la fertilidad o la tendencia a tener hijos a una edad más tardía", señala la propuesta a la que tuvo acceso EFE.
Los países también han adaptado las leyes para que las parejas lesbianas o las mujeres solteras puedan tener hijos.
A ello, se añade las dificultades de varios países europeos para encontrar suficientes donantes, teniendo que recurrir a "criobancos comerciales que exportan gametos a nivel internacional", muchos de ellos en Dinamarca.
Varios países de la UE han limitado el número de hijos que pueden nacer de un mismo donante, entre ellos España (a seis), pero la falta de una regulación a nivel internacional sobre las donaciones de esperma y óvulos entre países genera "varias preocupaciones éticas y regulatorias", continúa la propuesta.
Entre ellas, "cuestiones como la mercantilización de la procreación, la condición y los derechos de los donantes y las personas concebidas por donantes, y el turismo de fertilidad".
"Uno de los principales criobancos daneses estima que ha ayudado a nacer a más de 85.000 niños" en Europa, apunta el documento, que también destaca a que la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología ha descubierto que alrededor del 50% de todos los tratamientos de donación de óvulos europeos se realizan en España.
Algunos criobancos comerciales han establecido límites, como un máximo de 75 familias por donante, pero no todos lo han hecho. "Como resultado, las personas concebidas por donantes pueden llegar a tener más de 100 medio hermanos genéticos en todo el mundo".
"Históricamente, los límites nacionales al número de hijos por donante se han debido principalmente a la preocupación por la transmisión de enfermedades hereditarias y el riesgo de endogamia", continúa el texto.
"Sin embargo, el desarrollo tecnológico y las tendencias sociales recientes han llevado a muchas personas (...) a utilizar pruebas genéticas directas al consumidor y las redes sociales para conectar con su donante y sus medio hermanos", lo que plantea nuevas preocupaciones sobre el posible impacto psicosocial en las personas concebidas con donante y en los donantes", subraya la propuesta, que apoyan España, Bélgica, Finlandia, Francia, Hungría, Países Bajos y Rumanía.
A su llegada al Consejo de Sanidad que los países de la UE celebran hoy en Luxemburgo, la ministra española Mónica García dijo que los Veintisiete están "trabajando en todas las opciones" para ver cómo se puede abordar este asunto. EFE