Kiev ha evacuado 630.000 objetos de museos de alto riesgo para evitar robos por Rusia

La viceministra de Cultura de Ucrania denuncia la amenaza a la identidad cultural del país y detalla la evacuación de colecciones museísticas para su protección ante el conflicto con Rusia

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Imane Rachidi

La Haya, 20 jun (EFE).- La agresión rusa “no trata de kilómetros cuadrados de tierra” para anexionar, sino que busca “borrar la identidad cultural” de Ucrania, dice a EFE la viceministra ucraniana de Cultura, Galyna Grygorenko, quien contabiliza 630.000 objetos evacuados de museos en zonas de alto riesgo y lamenta que quedan pocos “espacios adecuados” para salvaguardar el arte en el país.

La cultura suele ser una de las víctimas de los conflictos armados, pero en este caso, según Grygorenko, “esa es la razón principal de esta guerra, y eso es exactamente lo que está protegiendo” el Gobierno ucraniano, que apoya desde la agresión rusa de febrero de 2022 a instituciones culturales como museos, bibliotecas, centros culturales y teatros con fondos y subvenciones estatales, y medidas de seguridad “para que sigan funcionando” en plena guerra, dice.

“Todo parte de algo muy claro: esta guerra no trata de kilómetros cuadrados de tierra, sino de identidad cultural. Rusia está intentando borrar esta identidad”, señala la viceministra en una entrevista con EFE en Países Bajos, adonde ha viajado para la inauguración de una exposición en el Museo Bredius de La Haya.

La muestra, "Antiguos Maestros de Kiev", abre el domingo con 14 pinturas del famoso Museo Janenko de Kiev, combinadas con 12 obras de la colección del museo neerlandés, fundado por Abraham Bredius, quien viajó en 1897 por Europa del Este buscando pinturas desconocidas de Rembrandt con motivo de la coronación de la reina Guillermina (1898), y conoció a la pareja de coleccionistas Bohdan y Varvara Janenko. Bredius fue director del Mauritshuis de La Haya

“En cuanto a colecciones permanentes, la situación es más difícil. Muchas han sido evacuadas desde el este de Ucrania hacia el oeste, porque están más cerca del frente. Se han movido unos 630.000 objetos de museos: es el mayor movimiento de colecciones desde la Segunda Guerra Mundial. Pero como el frente sigue cambiando, tenemos que seguir asegurando las colecciones. Intentamos mantenerlas en Ucrania, pero nos estamos quedando sin espacios adecuados”, dice.

Para salvaguardar estos objetos, se necesitan lugares con control de humedad, temperatura, y luz. Las autoridades también están “creando copias digitales y registros para, en caso de que algo sea robado u ocupado por Rusia”, Kiev puede tener pruebas de que pertenecen a Ucrania.

La propia colección Janenko no salió indemne de la Segunda Guerra Mundial: entre 1941 y 1943, los ocupantes alemanes robaron parte de la colección y muchas de las pinturas siguen desaparecidas. Desde el inicio de la invasión rusa, el Museo Janenko ha sido vaciado y la colección se ha almacenado en otro lugar.

“Parte de proteger las colecciones también es exhibirlas en el extranjero. No todo puede ser transportado, pero hacemos lo que podemos. Esta exposición es un ejemplo de eso. Queremos mostrar la cultura ucraniana, y la cooperación mutua”, señaló Grygorenko, que subrayó que “la cultura no es decoración, es humanidad. Es vivir nuestra vida y expresar nuestras esperanzas hacia un futuro mejor” y con esa mentalidad Kiev trabaja para “proteger” su patrimonio cultural.

La idea es que, a pesar de la guerra, la vida continúa: en Járkov, cerca del frente y la frontera rusa, los eventos culturales se hacen en sótanos o lugares acondicionados como refugios; la Ópera adaptó una sala segura para 400 personas (menos de los 1.700 habituales) para seguir con sus funciones; y, desde el inicio de la invasión, se han creado más de 100 nuevas obras de teatro en ciudades como Leópolis, Kiev u Odesa, y han abierto unas 10 librerías nuevas solo en la capital.

“La gente en Ucrania desea cultura, no solo como símbolo de resistencia, sino como símbolo de que seguimos viviendo, de que no estamos parados. La cultura es un símbolo de continuidad de la vida”, aseveró la viceministra. También señala la necesidad de apoyar a la gente que trabaja en el sector cultural, “para evitar que se vayan a otros trabajos”.

Kiev lanzará la Fundación del Patrimonio Cultural de Ucrania en una conferencia en julio en Roma para unir esfuerzos internacionales para proteger, restaurar y reconstruir el patrimonio una vez concluya la guerra. Muchos objetos culturales aún están en territorios ocupados actualmente y existe poca información sobre su estado.

El pasado febrero, ministros de Cultura de la Unión Europea subrayaron la urgencia de preservar el patrimonio, luchar contra el tráfico ilícito de bienes culturales ucranianos e imponer sanciones a los implicados en su saqueo.

Según datos de las administraciones regionales ucranianas, las infraestructuras culturales dañadas o destruidas ascienden a más de 2.185, incluidas 476 verificadas por la Unesco, desde el inicio de la guerra. EFE

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