
Yulia Navalnaya, la viuda del destacado opositor ruso Alexei Navalni, fallecido a mediados de febrero de 2024 en una prisión del Ártico, ha hecho un llamamiento este miércoles a "hacer todo lo posible para derrocar a (Vladimir) Putin cuanto antes" y ha destacado la importancia de que Rusia viva "en paz" con los países vecinos.
Durante la inauguración del congreso sobre liderazgo femenino organizado por Santander WomenNOW, la ahora activista rusa ha afirmado que ni siquiera los líderes mundiales saben "cómo detener" al mandatario ruso, aunque ha defendido que "el cambio llegará" antes o después al país.
Para ello, hay que "actuar con rapidez", para que los jóvenes "tengan un futuro político de verdad, un espacio público compartido". "Queremos instituciones democráticas (...) y vamos a lograr justicia, paz y libertad", ha sostenido, al tiempo que ha recordado el legado de Navalni, que "vivió deseando un futuro mejor".
"Mi marido pagó esta visión con su vida, y Putin lo asesinó en una prisión hace un año y medio. Es duro, pero debe ser honrado. Alexei nos dio la palabra que tenemos ahora y que apuesta por una Rusia valiente", ha aseverado Navalnaya, que ha explicado que su camino como activista en el exilio es un trabajo que "no pidió".
"No puedo negarme, pero también es inspirador porque soy parte de algo mayor y no estoy sola. Los rusos se niegan a aceptar la violencia en silencio y seguimos luchando para alcanzar esa Rusia del futuro. Queremos un país en el que la gente no tenga miedo a hablar, donde la prensa informe con libertad y no solo difunda propaganda, donde vivamos lejos de la represión y donde las elecciones sean reales", ha apuntado.
En este sentido, ha apostado por "la paz, la igualdad y la lucha" para "construir ese país soñado paso a paso" y llevar a término la invasión rusa de Ucrania. "Esto es lo que hago. Darle visibilidad para que este asunto siga en las agendas de los líderes internacionales y veamos que un cambio es finalmente posible", ha añadido.
Sobre el papel de las mujeres, ha destacado que "estas son a menudo más valientes y radicales que los hombres a la hora de hacer política". "Las mujeres a veces ven llegar antes el momento de actuar, entienden los sacrificios personales que hay que hacer. El liderazgo es difícil, especialmente ante una dictadura, pero por eso estamos aquí", ha argumentado.
"Muchas mujeres en Rusia han sido apartadas deliberadamente cuando luchaban por un futuro mejor. Esto forma parte de la estratagema del régimen, que quiere dejar a las mujeres fuera de la toma de decisiones. Pero tenemos que hacer que las mujeres sepan que tienen derecho a decidir, y este no es solo n problema de Rusia", ha alertado.
OPOSICIÓN EN RUSIA
Navalnaya, que ha aplaudido el uso del humor como herramienta para hacer frente a regímenes autoritarios, ha denunciado que el Estado ruso "mata y persigue a la gente", al tiempo que ha dado las gracias a aquellos que se atreven a expresar su opinión y a quienes apoyaron a su marido cuando estuvo en prisión.
"Las cartas que (Navalni) recibió en prisión fueron una motivación. Yo fui arrestada y no solo una vez", ha recordado, antes de hacer hincapié en que la oposición es "silenciada" en el territorio ruso: "no puedes hacer algunas cosas porque acabas en prisión". "Los que se oponen a la dictadura deben permanecer en silencio, y esta situación lleva años siendo así".
La activista, que ahora ha sido incluida en la lista de terroristas del Gobierno ruso y lidera la Fundación Anticorrupción --creada por su difunto esposo--, ha lamentado que acabar con Putin "es casi imposible". "Incluso los líderes de otros países no saben cómo hacerlo. Habría que inventar algo, pero todos están fracasando, no soy solo yo", ha destacado.
Sin embargo, ha dicho tener "más confianza en que probablemente, con el tiempo, esto cambie". "Puede que esto pase el día de mañana, y tenemos que estar preparados para este momento. Tenemos que pensar en el futuro. Pero esto al Kremlin no le gusta porque implica que hay gente contemplando un futuro sin Putin. Ellos quieren convencer al pueblo de que sin Putin Rusia no es nadie", ha añadido.
En relación con el trabajo de la fundación, considerada organización extremista por Moscú, ha resaltado que cuenta con una "buena capacidad desde hace años". "Quiero pensar que estas investigaciones influirán y contribuirán a la unidad de las personas, tanto de las que apoyan a Putin como de las que no", ha declarado.
"Todo el mundo en Rusia sabe mucho de corrupción, se enfrenta a esto diariamente, por eso mi marido era un enemigo tan peligroso, porque mostró que esta corrupción acababa apuntando a Putin", ha aclarado, antes de recalcar que espera volver pronto a Rusia.
ORDEN DE DETENCIÓN
Sobre Navalnaya pesa una orden de detención emitida por un tribunal ruso en junio del año pasado. La activista, que ha prometido seguir con el trabajo de su esposo desde el extranjero, se enfrenta a una pena de prisión de entre dos y seis años, así como una multa que puede ascender hasta los 600.000 rublos (unos 6.200 euros) si es hallada culpable.
Esta orden de arresto tiene una vigencia de al menos dos meses desde su extradición o bien desde su arresto en territorio ruso, según indican fuentes judiciales.
Navalni, que se encontraba cumpliendo una pena de cerca de 30 años de prisión por extremismo y fraude, murió a mediados de febrero de 2024, en medio de las informaciones sobre su mal estado de salud, que su entorno sigue achacando a un envenenamiento.