
Roma, 18 jun (EFE).- El Inter de Milán, que navega entre la decepción tras la abultada derrota en Liga de Campeones, la ilusión del nuevo Mundial de Clubes y la incertidumbre de tener nuevo técnico, comenzó su complicada andadura estadounidense con un empate ante Monterrey (1-1) que, aunque insuficiente, sentó las bases de su resurrección.
No era el Monterrey mexicano un partido fácil para el Inter, pese a ser el italiano claramente un equipo muy superior por plantilla, presupuesto y aspiraciones. Tampoco lo tenía fácil frente a ningún rival.
Y no tanto por lo físico tras una temporada cargada de compromisos y la falta de jugadores arriba por las ausencias del iraní Mehdi Taremi, que no pudo viajar después de que Irán bloqueara el espacio aéreo por su conflicto con Israel; y las del austríaco Marko Arnautovic y el argentino Joaquín Correa, ambos ya fuera del club.
El dilema principal era el mental, el emocional. Fue el primer partido después de la desgarradora derrota en Múnich ante el PSG. Aquel 31 de mayo quedará por siempre marcado en la historia 'nerazzurra' como una herida imposible de cerrar. Y este partido, fue el primero tras la debacle. Y con varios cambios.
El principal en el banquillo. Después de la marcha de Simone Inzaghi, llegó Cristian Chivu. Y la sombra del actual técnico del Al-Hilal es grande. Dos finales de 'Champions', un 'Scudetto', dos Copas de Italia y tres Supercopas de Italia. Seis títulos en menos de 4 años.
No le tembló el pulso al rumano en su gran oportunidad. Hizo sus cambios. Ligeros, pero perceptibles. La defensa en los saques de esquina en contra, por ejemplo, fue en zona, con la excepción de la marca de Sergio Ramos. Y aún así no bastó para evitar que el sevillano marcara de cabeza.
Se atrevió a poner de inicio a un joven de su confianza como el italiano Sebastiano Espósito, al que conoce de su época como entrenador de la cantera interista.
Ahí está otra de las claves del resurgir este Inter, en los jóvenes. Especialmente arriba, donde el argentino Lautaro Martínez y el galo Marcus Thuram no pueden con todos los minutos tras una temporada con tanto desgaste. Asoman Esposito y el argentino Valentín Carboni como sus relevos naturales, fundamentales en el rol de secundarios.
Mantuvo el esquema, pero le dio las llaves al albanés Kristjan Asllani en el centro del campo. Protagonismo para el heredero del turco Hakan Calhanoglu.
Y dio minutos a los recién llegados para ir repartiendo confianza. Al croata Petar Sucic en la medular y al brasileño Luis Henrique en ataque. Este último, especialmente, tuvo un gran debut.
Pese a que el resultado no es el deseado para el equipo italiano, tiene argumentos a los que agarrarse.
Porque fue el equipo que propuso, algo que se daba por descontado antes del inicio pero que supo hacer con cierta autoridad. Y, sobre todo, porque fue capaz de reaccionar cuando estuvo contra la lona.
El gol de Sergio Ramos devolvió momentáneamente las dudas a la cabeza de todos los futbolistas. Superó el mareo el equipo y poco a poco fue generando ocasiones hasta el empate. Marcó incluso Lautaro el doblete para la remontada, aunque fue anulado por fuera de juego.
Rozó en varias ocasiones el gol de la victoria en un partido que, pese a lo que pudiera parecer, no era tan fácil para el Inter después de la gran decepción en Múnich. Con novedades, con buena reacción y, todavía, con mucho por ajustar, el Inter de Chivu apuntaló su resurrección, esa que tendrá que terminar de definir para clasificarse a los octavos de final del novedoso Mundial de clubes.
Últimas Noticias
La incertidumbre global impide atisbar una recuperación de las inversiones extranjeras, según ONU Comercio
la caída del 11 % en las inversiones extranjeras directas refleja la incertidumbre global generada por la guerra comercial, conflictos armados y tensiones geopolíticas en países en desarrollo y en economías avanzadas

Un misil impacta en un hospital del desierto israelí: "Es muy difícil para todos"
Tres recortes de tasas en 24 horas muestran los desafíos arancelarios de Europa
Los tres recortes de tasas de interés en poco más de 24 horas por parte de bancos centrales europeos pusieron de manifiesto un cambio de rumbo, en un momento en que las autoridades monetarias tratan de gestionar las consecuencias de las impredecibles políticas comerciales de Donald Trump.
