
Estás sentado en tu asiento, el avión va a despegar y, de pronto, suena un 'ding' inconfundible. Más tarde, otro. Para algunos pasajeros pasa desapercibido; otros lo perciben como un simple aviso. Sin embargo, esos pequeños sonidos que se repiten durante cada vuelo tienen una función muy concreta.
Como explica el ingeniero aeronáutico Lucas Bernacer, cada tono forma parte de un sistema de comunicación interno que permite a la tripulación coordinarse de forma rápida, silenciosa y eficaz. Son señales codificadas que no siempre se traducen en un anuncio por megafonía, pero que resultan esenciales para la operativa a bordo.
MENSAJES CODIFICADOS EN EL AIRE
Los aviones comerciales están equipados con sistemas sonoros que facilitan la comunicación entre pilotos y auxiliares sin necesidad de hablar. Un solo 'ding', por ejemplo, puede indicar que un pasajero ha pulsado el botón de llamada, que hay que abrocharse el cinturón o que se va a iniciar una comunicación en cabina.
Uno de los sonidos más característicos, según Bernacer, es la secuencia de dos tonos, que suele utilizarse cuando el avión alcanza los 10.000 pies de altitud. Es una señal clave: indica que puede comenzar el servicio a bordo o que hay que preparar la cabina para el aterrizaje.
QUÉ SIGNIFICAN LOS DISTINTOS SONIDOS
Aunque cada aerolínea puede personalizar sus códigos, estos son algunos de los usos más habituales:
Un solo 'ding': llamada de pasajero, cinturones, o aviso rutinario.
Dos 'dings': transición de fase de vuelo, como alcanzar los 10.000 pies.
Secuencias especiales: empleadas internamente para comunicar situaciones como turbulencias o emergencias.
Estos tonos permiten que la tripulación actúe con rapidez sin alarmar a los pasajeros, ya que muchas de las instrucciones internas no se anuncian en voz alta.
LO QUE NO INDICAN (AUNQUE LO PAREZCA)
Es fácil pensar que un 'ding' señala una incidencia técnica o una alerta para los pasajeros, pero lo cierto es que la mayoría no están dirigidos al pasaje, ni tienen relación con fallos del avión. Son sonidos operativos que permiten mantener el control en cada etapa del vuelo.
Por ejemplo, tras el despegue, un tono puede activar los protocolos de seguridad; al alcanzar altitud de crucero, otra señal puede liberar a la tripulación para empezar el servicio. Todo forma parte de una coreografía silenciosa que mantiene el orden a bordo.
¿SON IGUALES EN TODAS LAS AEROLÍNEAS?
No del todo. Aunque los significados básicos suelen coincidir, no existe un sistema universal de sonidos. Cada compañía puede adaptar las señales a sus procedimientos internos o al modelo de avión, por lo que un mismo tono podría utilizarse de forma distinta según el operador.
Lo que sí es común es su objetivo: facilitar la comunicación entre el personal y asegurar una experiencia de vuelo segura y eficiente. Para los pasajeros, ese 'ding' puede parecer trivial, pero para la tripulación es una pieza clave del engranaje que mantiene todo funcionando en el aire.
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