Así prepara una española un barco de lujo antes de recibir al dueño: "Bombones alineados, cojines rectos y fuera polen"

La rutina de Esmée Yntema incluye limpieza exhaustiva y disposición meticulosa de decoraciones en el yate, asegurando que cada detalle esté listo antes de la llegada del propietario

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La vida a bordo de un yate de lujo destila glamour, pero detrás de cada visita del propietario hay una preparación milimétrica. Cada detalle cuenta: una estética impecable, un ambiente cuidadosamente orquestado y protocolos que no dejan espacio para el error.

Así lo muestra la española Esmée Yntema en redes sociales (@esmeeyntema), donde comparte su rutina como tripulante en un barco de lujo.

Antes de la llegada del dueño, Yntema recorre cada rincón para asegurarse de que todo esté en su sitio: desde la alineación perfecta de los cojines hasta la iluminación ambiental, todo debe transmitir orden, limpieza y sofisticación.

DECORACIÓN CUIDADA HASTA EL ÚLTIMO DETALLE

Uno de los pasos más importantes, según explica, es la colocación de los elementos decorativos. Para ello, realiza un repaso visual por todas las zonas comunes, comprobando que todo luzca impecable. Los cojines, por ejemplo, deben alinearse con precisión milimétrica, con la cremallera siempre oculta en la parte inferior y la superficie perfectamente estirada.

En la mesa, el bol de frutas se vacía y se rellena con fruta fresca colocada de forma atractiva. Los bombones se colocan en un recipiente y mirando hacia arriba, "uno por uno para que queden perfectos", cuenta.

Las flores frescas también juegan un papel clave. Dos ramos pequeños y uno grande se reparten entre el interior y la terraza, según la temporada. En el caso de los lirios, una vez que se abren, es imprescindible retirar el polen anaranjado de inmediato para evitar manchas y alargar su duración.

LIMPIEZA MINUCIOSA Y AMBIENTE ACOGEDOR

Antes de la llegada del propietario, se pasa la aspiradora por todas las estancias para eliminar cualquier huella visible, especialmente las marcas de pisadas. Incluso restos mínimos como migas de pan deben desaparecer por completo.

Cada camarote se revisa, incluso los que no se van a utilizar. Las luces LED bajo las camas se encienden para generar una atmósfera acogedora. También se activan las luces superiores, atenuadas para aportar calidez. La limpieza y ambientación se extienden por todo el barco, independientemente de las zonas que se vayan a ocupar.

Todo este proceso responde a un protocolo que pretende asegurar una presentación del barco impecable. La selección de los manteles donde se apoyan los arreglos florales, la disposición de la iluminación según el momento del día o el estado de los camarotes no utilizados forman parte de una preparación integral.

El objetivo es garantizar que cualquier espacio pueda ser recorrido por el propietario y transmita orden, detalle y exclusividad en cada rincón. "Todo debe estar perfecto por si acaso baja", incluso si no está previsto que lo use.