Tamara Falcó, su divertida anécdota en presencia de Íñigo Onieva a la salida de los Premios Elle

Tamara Falcó comparte un divertido momento al salir de la gala de los Premios Elle, mientras confirma que su madre, Isabel Preysler, no se encuentra desaparecida tras el fallecimiento de Vargas Llosa

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Arropando junto a su hermana Ana Boyer a su madre, Isabel Preysler, en su reaparición pública tras el fallecimiento de Mario Vargas LLosa el pasado 13 de abril, Tamara Falcó no se ha perdido este miércoles la gala de los Premios Elle Style Awards, en la con la que la revista Elle ha celebrado por todo lo alto su 80º aniversario en el Teatro Real de Madrid.

Acompañada por Íñigo Onieva, con el que atraviesa su mejor momento a punto de cumplir dos años de casados, la marquesa de Griñón destiló elegancia con un favorecedor vestido rojo con escote tipo bardot y manguita corta abullonada con detalle de lazo, cinta satinada a la cintura para marcar su silueta, y falda de vuelo, que a punto estuvo de costarle un disgusto.

Y es que al abandonar el evento con su marido y su hermana Ana, tras despedirse entre saltitos y exclamaciones de emoción de un grupo de amigas con las que quedaba en volver a verse pronto, Tamara se llevaba un gran susto al introducirse en el vehículo que la esperaba cuando el chófer intentó cerrar su puerta sin caer en la cuenta de que parte del vestido todavía estaba fuera.

Afortunadamente, un grito de la socialité alertaba al conductor, que rápidamente abría de nuevo la puerta para que, ahora sí y con una sonrisa de alivio, introdujese la prenda al completo en el interior ante la atónita mirada de Íñigo.

"Todo muy bien, estoy muy feliz, muchísimas gracias" ha confesado Tamara, asegurando que su madre no estaba 'desaparecida' como tanto se ha dicho en los últimos meses: "No sé por qué no la veis nunca, pero... está por ahí. No se esconde, no" ha zanjado sonriente, evitando dar detalles sobre cómo se encuentra Isabel tras la muerte de Vargas Llosa.