Sudán y las RSF intercambian acusaciones en torno al ataque contra un convoy de Naciones Unidas en Darfur Norte

El ataque en Al Koma a un convoy humanitario en Darfur Norte intensifica las tensiones entre el Gobierno de Sudán y las RSF, cuyo bloqueo limita la ayuda a millones en riesgo de hambruna

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El Gobierno de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han intercambiado este miércoles acusaciones en torno al ataque perpetrado el lunes contra un convoy de camiones de Naciones Unidas en la ciudad de Al Koma, situada en Darfur Norte (oeste), un incidente que se saldó con al menos cinco muertos y varios heridos.

El Ministerio de Información sudanés ha expresado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X su "profunda preocupación" por el suceso y ha afirmado que las RSF lanzaron "un ataque traicionero" con helicópteros contra el convoy, integrado por camiones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

"Este ataque fue un intento deliberado de bloquear a los equipos humanitarios e impedir su misión de entregar ayuda a los atrapados en El Fasher y sus campamentos de desplazados", ha señalado, en referencia al cerco impuesto por los paramilitares sobre la capital de Darfur Norte, controlada por las Fuerzas Armadas.

"El Gobierno condena el comportamiento criminal de la milicia y reitera su total cooperación con las organizaciones humanitarias de la ONU", ha manifestado, al tiempo que ha pedido al organismo que "entregue ayuda a las personas en situación de necesidad en las áreas sitiadas por las milicias", en referencia al grupo paramilitar.

En esta línea, el Ministerio de Exteriores de Sudán ha condenado "en los términos más firmes" lo que ha descrito como "un nuevo ataque criminal por parte de la milicia terrorista" contra el convoy humanitario en Al Koma, que ha tildado de "crimen atroz que se suma al oscuro historial de crímenes de esta milicia terrorista".

La cartera diplomática ha acusado a las RSF de "violaciones sistemáticas de los valores humanos y las normas y leyes internacionales" a través de "atrocidades" que "incluyen el asesinato de civiles inocentes; el cerco de ciudades, aldeas y campamentos de desplazados; el saqueo de propiedades públicas y privadas; la destrucción de instalaciones públicas; violaciones y violencia sexual; y la obstrucción del acceso humanitario".

Por ello, ha pedido a la comunidad internacional que condene las acciones de las RSF y su "patrocinador regional", en línea con las reiteradas acusaciones de las autoridades sudanesas contra Chad por dar apoyo a los paramilitares, incluida la supuesta canalización de armas enviadas por Emiratos Árabes Unidos (EAU) al grupo armado.

Por su parte, la Agencia Sudanesa para Ayuda y Operaciones Humanitarias (SARHO), rama de las RSF para operaciones de ayuda, ha acusado al Ejército de atacar el citado convoy y ha resaltado que son las Fuerzas Armadas las que "obstruyen el acceso de la ayuda humanitaria a los civiles".

"Más de 340 camiones con ayuda han estado retenidos en Al Daba desde hace más de 35 días, sin poder llegar a Darfur a pesar de que portan medicinas vitales y alimentos para los niños, mientras millones de personas hacen frente al riesgo de hambruna", ha dicho la SARHO en su cuenta en X.

"Además, otros 70 vehículos con ayuda están detenidos en Puerto Sudán por órdenes unilaterales del mando de las Fuerzas Armadas sudanesas, lo que agravó aún más el sufrimiento de la población civil y socavó la labor humanitaria", ha dicho, antes de responsabilizar "plenamente" a las autoridades de estas "violaciones".

En esta línea, ha pedido a Naciones Unidas, la Unión Africana (IA) y los organismos internacionales de Derechos Humanos que "intervengan urgentemente y tomen medidas concretas para detener estas violaciones, garantizar la entrega de ayuda a quienes la necesitan y salvar las vidas amenazadas por las políticas de asedio y hambruna.

CONDENA DE LA OIM

Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se ha sumado este miércoles a las condenas por el "brutal ataque" contra el convoy, que ha condenado "firmemente", al tiempo que ha expresado sus "sentidas condolencias" a los familiares y colegas de los fallecidos y heridos a causa de este "acto horrible".

"Este ataque deliberado constituye un asalto contra los trabajadores humanitarios y los millones de personas en Sudán cuya supervivencia depende de la entrega oportuna de ayuda", ha dicho el organismo, que ha agregado que el ataque "destruyó la asistencia alimentaria esencial destinada a comunidades al borde de la hambruna, especialmente en El Fasher, que lleva más de un año sitiada, dejando a familias expuestas al hambre, el desplazamiento y unas penurias inimaginables".

Así, ha reiterado que "todas las partes en conflicto deben garantizar el acceso seguro, sostenido y sin trabas a aquellas personas en situación de necesidad" a causa de la guerra, "una crisis que ya ha desplazado a millones de personas".

"Cada interrupción de la asistencia humanitaria cuesta vidas. Instamos a todas las partes en conflicto a que asuman sus responsabilidades y garanticen la seguridad del personal humanitario y el acceso sin trabas a los civiles necesitados", ha esgrimido, antes de incidir en que "el personal humanitario no es un objetivo".

La ciudad de El Fasher se encuentra bloqueada por las RSF, que han llevado a cabo decenas de ataques contra la localidad y los campamentos de desplazados situados en sus alrededores. Por su parte, Al Koma está en manos de los paramilitares y ha sido igualmente objetivo de ataques por parte de las fuerzas gubernamentales.

Sudán se vio sumido en una devastadora guerra en abril de 2023 a causa de las discrepancias en torno al proceso de integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, lo que hizo descarrilar totalmente la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir y ha provocado una grave crisis humanitaria en el país, escenario además de la mayor crisis de desplazamiento a nivel mundial.