La OCDE rebaja un poco sus perspectivas positivas para la economía española en 2025 y 2026

La OCDE señala una desaceleración del crecimiento económico español, revisando a la baja las proyecciones para 2025 y 2026, afectadas por la guerra comercial y una demanda interna moderada

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París, 3 jun (EFE).- La OCDE percibe los primeros signos de que la economía española también se va a ver afectada por los efectos de la guerra comercial desatada por Donald Trump y, aunque seguirá comportándose mucho mejor que las de los grandes países de su entorno, ha recortado ligeramente sus expectativas para 2025 y 2026.

En su informe semestral de Perspectivas publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que su crecimiento se quede en el 2,4 % este año, y el 1,9 % el próximo, lo que en principio significa casi lo mismo que el 2,3 % y el 2 % que había anticipado en diciembre, pero si se compara con el 2,6 % para 2025 y el 2,1 % para 2026 que calculó en su informe interino de mediados de marzo, se puede ver una inflexión con respecto a la tendencia desde hacía más de un año.

Además, estas nuevas proyecciones de la OCDE son menos optimistas que las que también han hecho esta primavera el Gobierno español en abril (2,6 % para 2025 y 2,2 % para 2026) y la Comisión Europea  en mayo (2,6 % para 2025 y 2 % para 2026).

Uno de los elementos que pesan es que los indicadores de actividad elaborados a partir de las encuestas a los directores de compras de las empresas se han deteriorado recientemente en España, como también ha ocurrido con Canadá, México o Estados Unidos, dentro de los miembros de este 'club' de países desarrollados.

Una razón de carácter general es que las exportaciones españolas también se van a ver afectadas por una menor demanda de sus principales socios comerciales por el efecto de las subidas de aranceles impuestas por Estados Unidos, y eso aunque las ventas a ese país representaron en 2024 alrededor del 1 % del producto interior bruto (PIB) español, un porcentaje relativamente bajo.

Pero en cualquier caso, la progresión de las exportaciones se va a ralentizar (del 3,1 % en 2024 al 2,2 % en 2025 y en 2026).

Y como al mismo tiempo las importaciones se van a acelerar (su ritmo de subida pasará del 2,4 % en 2024 al 3,3 % en 2025), se espera que el comercio exterior reste este año tres décimas al PIB.

En cualquier caso, la expansión de la economía española seguirá siendo muy superior a la de la zona euro (1 % en 2025 y 1,2 % en 2026) y también a la de Estados Unidos (1,6 % en 2025 y 1,5 % en 2026), que va a estar seriamente lastrada por la escalada arancelaria de Trump.

Una expansión que se asienta en la demanda interna, gracias al dinamismo del consumo (cuya progresión se va a ralentizar), a un mercado laboral "robusto" (la tasa de paro va a seguir descendiendo del 11,3 % en 2024 al 10,7 % en 2025 y al 10,1 % en 2026) y al aumento del poder adquisitivo con una menor inflación (del 2,9 % en 2024 debería pasar al 2,4 % en 2025 y al 1,9 % en 2026).

Como en ocasiones anteriores, la OCDE persiste en el mensaje de que sigue siendo "esencial" un ajuste fiscal para poner en regla la economía española con las reglas europeas y para poder hacer frente a las crecientes presiones derivadas del envejecimiento de la población y de la transición ecológica.

Y eso aunque admite que el déficit público debe mejorar y disminuir del 3,2 % del PIB en 2024 al 2,8 % en 2025 y al 2,3 % en 2026, gracias a los mayores ingresos por la creación de empleo y a medidas fiscales que permitirán absorber además el gradual aumento del gasto en defensa y el paquete de 14.000 millones de euros de ayudas para los sectores afectados por la guerra comercial.

La mejora de las cuentas públicas también debería traducirse en que la deuda pública pasará por debajo del listón simbólico del 100 % del PIB en 2026, algo que no ocurría desde antes de la crisis de la covid en 2019. EFE