Nairobi, 3 jun (EFE).- Camerún, Etiopía y Mozambique ocupan las tres primeras posiciones de la lista de crisis de desplazados más desatendidas del mundo, que también incluye a Honduras, lamentó este martes el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, en inglés), en un contexto marcado por los recortes globales en ayuda humanitaria.
"La solidaridad internacional se está viendo sobrepasada por políticas cada vez más retrógradas y nacionalistas en naciones que antes eran generosos donantes", afirmó en un comunicado Jan Egeland, secretario general del NRC, que publica esta lista de manera anual.
"Esto está agravando el abandono de las personas afectadas por crisis y desplazamiento en un momento en que un número récord de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares", añadió Egeland.
En la clasificación correspondiente a 2024, Etiopía se sitúa en la posición más alta que ha ocupado jamás en la lista, mientras Mozambique entra en ella por primera vez y Burkina Faso, que la ha encabezado durante los últimos dos años, ocupa la cuarta posición.
Le siguen, por orden, Mali, Uganda, Irán, la República Democrática del Congo (RDC) -que baja a la octava posición después de haber estado siempre entre los tres primeros países desde que la ONG empezó a publicar la lista en 2017- Honduras y, finalmente, Somalia.
"Estos cambios no reflejan mejoras significativas, sino que ponen de manifiesto una dura realidad: casi todas las crisis humanitarias prolongadas están siendo desatendidas", destacó el NRC.
Según la organización, que cita datos de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), la diferencia entre los fondos que se necesitaban en 2024 para cubrir las necesidades humanitarias globales y lo que se consiguió fueron más de 25.000 millones de dólares (casi 22.000 millones de euros), lo que significa que más de la mitad de las necesidades no pudieron cubrirse.
Aunque esa cifra es alta, equivale sólo a aproximadamente un 1 % de lo que el mundo gastó en defensa en todo el año pasado.
"Es fundamental que no aceptemos el abandono de la ayuda por parte de los donantes como una conclusión inevitable. El desplazamiento no es una crisis distante: es una responsabilidad compartida. Debemos alzar la voz y exigir que se reviertan los brutales recortes de la ayuda que cada día cuestan más vidas", aseveró Egeland.
El NRC elabora su clasificación teniendo en cuenta tres criterios: la falta de fondos humanitarios, la falta de atención en los medios y la falta de un "compromiso político efectivo" para poner fin a los conflictos que causan estas crisis.
La abrupta congelación de la ayuda internacional ordenada el pasado enero por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto con los recortes del presupuesto humanitario anunciados por otros países en Europa, han agravado la escasez de fondos de las ONG y han puesto en peligro las vidas y la salud de millones de personas en todo el mundo y, especialmente, en África. EFE