Al menos tres miembros de las fuerzas de seguridad kurdas de la administración del noreste de Siria han muerto en un atentado atribuido a Estado Islámico.
Los fallecidos son miembros de la policía de la región de Rojava, denominada Asayish, dependiente de la administración autónoma del noreste de Siria.
La fuerza de seguridad ha confirmado en un comunicado publicado en su página web que una mina terrestre hizo explosión al paso de su vehículo entre Raqqa y Hasaka.
"Una mina terrestre detonó en el vehículo de patrulla, matando a tres de nuestros miembros mientras cumplían con su deber de proteger la carretera y asegurar el movimiento de civiles", según la nota.
Las fuerzas de seguridad kurdas avisan de una "creciente actividad" de las células itinerantes de Estado Islámico en el noreste de Siria, donde miles de familias de yihadistas llevan años encerradas en campos de detención como Al Hol, bajo el control de las fuerzas kurdas.
"Anunciamos también que ya se han iniciado operaciones de rastreo, investigación y persecución penal para localizar a los elementos implicados en este acto cobarde y que quienes intenten atentar contra la seguridad de nuestras regiones y de nuestros pueblos no escaparán al castigo", concluye el comunicado.
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