Djokovic no tiembla y jugará sus decimonovenos octavos de final de Roland Garros

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París, 31 may (EFE).- La última vez que Roland Garros vivió unos octavos de final sin Novak Djokovic fue en 2009 y este sábado el serbio logró el pase a esa ronda por decimonovena vez tras derrotar al austriaco Filip Misolic, 153 del ránking, procedente de la fase previa, por 6-3, 6-4 y 6-2.

Programado en sesión de noche, coincidiendo con la final de la Liga de Campeones que se proyectaba en directo en el vecino Parque de los Príncipes, el ex número uno del mundo logró atraer al público y llenó la central de París, la pista donde el verano pasado se colgó el oro olímpico.

En medio de los fuegos de artificio que animaban la noche del PSG y de los cánticos del público que celebraban sus goles, Djokovic desplegó un juego maduro y eficaz ante un rival que no le exigió mucho más.

Ni el serbio ofreció una gran versión ni le hizo falta para encadenar su séptima victoria consecutiva, tras las cuatro que le llevaron a levantar en Ginebra el centésimo trofeo de su palmarés, y citarse con el británico Cameron Norrie, 81 del mundo, que a la cuarta intentona consiguió superar la tercera ronda en París tras derrotar a su compatriota Jacob Fearnley, 55 del ránking, debutante en l capital francesa, por 6-3, 7-6 (1) y 6-2.

En ruta por su cuarto Roland Garros y su 25 Grand Slam que le permita superar a la australiana Margaret Court y colocarse en solitario en la cúspide del tenis, el serbio de 38 años firmó su triunfo número 99 sobre la tierra batida de París, igualando los logrados en el Abierto de Australia, que ha conquistado en diez ocasiones.

Tras una temporada gris, mala sobre la tierra batida, el horizonte del serbio se fue despejando cuando levantó el título en Ginebra y desde que puso el pie en París ha dado signos de una gran solidez, lo que le convierte en un invitado de excepción al ansiado duelo entre el italiano Jannik Sinner, número uno del mundo, y el español Carlos Alcaraz (2), defensor del título. EFE