Río de Janeiro, 30 may (EFE).- La agencia de calificación de riesgo Moody's anunció este viernes que redujo la perspectiva de la nota de crédito de Brasil de "positiva" a "estable", aunque mantuvo la calificación soberana en Ba1, a un paso del grado de inversión.
La decisión respondió al agravamiento de la situación fiscal, marcado por el aumento del costo de la deuda y el lento avance de las reformas económicas impulsadas por el Gobierno del progresista Luiz Inácio Lula da Silva, según la agencia.
Moody's señaló que el "deterioro acentuado en la capacidad de pago de la deuda" y la rigidez de los gastos públicos limitan la estabilización de la deuda bruta, que se prevé que subirá desde el equivalente al 82 % del PIB en 2024 hasta el 88 % del PIB en los próximos cinco años.
"El progreso en la construcción de credibilidad fiscal ha sido más lento de lo esperado", aseguró la agencia calificadora en un comunicado en el que destacó que el alza de la tasa básica de interés del país al récord del 14,75 % anual eleva los costos de financiación.
Pese a la rebaja, la agencia mantuvo la nota Ba1, respaldada por un crecimiento económico sólido (1,4 % en el primer trimestre de 2025) y una economía diversificada con baja vulnerabilidad externa.
Pese a que la economía brasileña creció en el primer semestre a tasas superiores a los dos anteriores, la previsión del Gobierno es que el PIB se desacelere y registre este año una expansión del 2,4 %, por debajo del 3,4 % registrado en 2024.
Moody's reconoció el historial de reformas estructurales en Brasil, pero instó al Gobierno a adoptar nuevas medidas, como la desindexación de los beneficios sociales para mejorar la flexibilidad fiscal.
El Ministerio de Hacienda, en un comunicado divulgado tras el anuncio de Moody's, afirmó que "la estabilización de la deuda en el mediano plazo es factible con los esfuerzos de consolidación fiscal" y destacó "el crecimiento económico sostenible y la favorable posición externa" de Brasil.
El Ministerio reafirmó su compromiso con "la mejora continua de los resultados fiscales" mediante reformas estructurales, como la tributaria, que fue aprobada el año pasado por el Congreso.
La decisión de Moody's decepcionó a los operadores del mercado, que esperaban un avance hacia el grado de inversión, perdido en 2016.
Standard & Poor's y Fitch, que mejoraron sus calificaciones en 2023, sitúan a Brasil a dos escalones de dicho nivel. EFE