(Bloomberg) -- La explosión en pleno vuelo de la nave Starship de SpaceX, su tercer revés consecutivo, pone de relieve los enormes retos a los que se enfrenta Elon Musk para alcanzar sus ambiciosos objetivos espaciales, en momentos que promete reducir su actividad política en Washington para centrarse en su imperio empresarial.
Cuando la nave Starship de SpaceX despegó de la plataforma de lanzamiento del sur de Texas el martes por la noche, empleados vitorearon la capacidad del cohete más grande y potente del mundo para superar las dos misiones fallidas anteriores. Pero a mitad del vuelo, el cohete explotó tras sufrir una fuga de propelente y perder el control.
Aunque SpaceX logró renovar y lanzar un propulsor Super Heavy que ya había volado anteriormente —un paso clave para desarrollar el sueño de Musk de un sistema de lanzamiento rápidamente reutilizable—, este también quedó destruido antes de poder amerizar en el Golfo de México como estaba previsto. Peor aún, la puerta de la Starship no se abrió y no se desplegaron los satélites ficticios que formaban parte de una prueba crucial para ampliar los servicios de su empresa de internet Starlink.
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El fracaso de la misión plantea dudas sobre el progreso de SpaceX con Starship y sobre la afirmación de Musk de que estará listo para vuelos de carga a Marte el próximo año. También resalta los riesgos del enfoque iterativo de SpaceX de “volar, fallar y arreglar”, y lo mucho que queda por avanzar para que el vehículo esté listo para operaciones reales.
Si Musk se sintió frustrado por el resultado, no lo demostró. Celebró en su plataforma X la duración del vuelo de Starship y la resistencia de su escudo térmico.
“Hay muchos datos buenos que analizar”, dijo Musk. “La cadencia de lanzamiento de los próximos tres vuelos será más rápida”.
En otra publicación en su sitio web, SpaceX afirmó que las pruebas “son impredecibles, pero cada lección aprendida supone un avance hacia el objetivo de Starship de hacer posible la vida en otros planetas”.
Enfoque en Starship
Mientras los ingenieros comienzan a investigar qué falló, se desconoce cuánto tiempo dedicará Musk a Starship y SpaceX en el futuro.
Musk declaró a Bloomberg News este mes que había “hecho suficiente” en política y que tenía previsto reducir sus donaciones, así como el tiempo que dedicaba a la administración Trump. También criticó la nueva ley fiscal del presidente, afirmando a CBS News que estaba “decepcionado de ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario en lugar de reducirlo”.
Sus declaraciones sobre volver a enfocarse en sus negocios provocaron un repunte en las acciones de Tesla, ante la esperanza de que esta decisión mitigue parte de la reacción negativa de los consumidores hacia la automotriz.
En cuanto a SpaceX, se había previsto una reunión digital con todos los empleados el martes para abordar el futuro de la empresa y los planes para Marte. Se preparó una transmisión en directo, pero el evento nunca se materializó.
El cohete Starship es clave para el sueño de Musk de enviar carga y humanos al planeta rojo, y luego traerlos de vuelta. Ha dicho que enviará un Starship a Marte con robots de Tesla en 2026.
SpaceX también tiene un contrato por unos US$4.000 millones para llevar astronautas de la NASA a la luna en 2027. Esto lo convierte en una pieza clave de las ambiciones espaciales de EE.UU., justo cuando el sector se vuelve un nuevo frente en las tensiones geopolíticas.
Diseñado para ser totalmente reutilizable, Starship debería ser más barato de volar que otros cohetes, según la empresa, y eventualmente sustituirá a los modelos Falcon 9 y Falcon Heavy. Musk declaró este mes a Bloomberg News que espera que Starship sea totalmente reutilizable este año, recuperando tanto el propulsor como la nave.
Pero el fallo del martes evidencia lo lejos que se está de ese objetivo. Para misiones en el espacio profundo, SpaceX deberá demostrar que Starship puede repostar múltiples veces en órbita y desarrollar un sistema de soporte vital. Esto requerirá años y miles de millones de dólares para construir una tecnología nunca antes vista.
SpaceX podrá lanzar con mayor frecuencia desde el sur de Texas tras la aprobación de la FAA para aumentar los lanzamientos de Starship desde cinco a veinticinco por año desde Starbase.
“Estamos intentando hacer algo que es increíblemente difícil”, declaró Dan Huot, comentarista de SpaceX, durante la transmisión en directo el martes.
Nota Original: Musk Vows to Refocus on SpaceX After Third Mid-Flight Explosion
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