La marea verde inunda de ilusión Breslavia

Breslavia (Polonia), 28 may (EFE).- La marea verde inunda las calles del centro de la ciudad polaca de Breslavia, en la que, según se acerca la hora de la final de la Liga Conferencia que el Betis disputará ante el Chelsea inglés, se incrementa la ilusión por ver a este equipo sevillano ser por primera vez campeón de un torneo europeo en sus 108 años de historia.

El Betis, con un título de Liga y tres de Copa, tiene ante sí la posibilidad de aumentar su palmarés y también la alegría de los suyos, que han visto como, de la mano del entrenador chileno Manuel Pellegrini, se han clasificado en los últimos cinco cursos para torneos continentales, otro logro inédito del club.

Por ello, ya el pasado lunes llegó a Breslavia la expedición oficial en un vuelo chárter con 275 plazas que despegó del aeropuerto sevillano de San Pablo y que aterrizó tres horas y media después en una ciudad de unos setecientos mil habitantes situada al oeste del país y cercana a la frontera con Alemania y con la República Checa.

Jugadores, técnicos, dirigentes, familiares, periodistas y una avanzadilla de seguidores fueron los primeros en aparecer por Breslavia, que los recibió con un cielo prácticamente despejado y una agradable temperatura que se acercaba a los 20 grados, tiempo que este miércoles ha cambiado algo al amanecer y con riesgo de algo de lluvia durante el día.

Desde entonces, los aficionados han ido incrementando su presencia en la ciudad, a la que llegan después de múltiples, y en algunos casos complicadas combinaciones de viajes, hasta que la cifra ronde los quince mil béticos, doce mil de ellos con las entradas que la UEFA facilitó al club y otros muchos que han conseguido las localidades por internet y otras vías.

La plaza del Mercado, en el centro de la ciudad, ha sido la elegida por la UEFA para ubicar la 'Fan Zone' (zona para aficionados), en la que se ven los colores 'verdiblancos' y 'blues' de los seguidores de los conjuntos sevillanos y londinense.

En la plaza hay instalados numerosos escenarios y expositores de las empresas patrocinadoras de la UEFA, en los que te puedes hacer fotos con una réplica de trofeo de campeón de este torneo o también con otra copa gigante, y todo rodeado de numerosos bares y restaurantes atestados de aficionados que se entremezclan.

Pese a ello, siempre están los que se pasan de la raya, por lo que se producen algunos incidentes que motivan la actuación de la policía polaca, aunque la nutrida presencia de agentes logra que las cosas no pasen a mayores.

Es curioso que algunos béticos 'viajeros', los que no se pierden un partido europeo de su equipo, se hayan hecho este año especialistas en Polonia, país que el equipo que entrena el chileno Manuel Pellegrini ha visitado en tres ocasiones.

Breslavia es la tercera ciudad. El primero de estos tres desplazamientos, en solo nueve meses, fue en la primera jornada de la fase de grupos de esta competición europea, el pasado 3 de octubre, cuando el equipo adiestrado por Pellegrini se midió con el Legia de Varsovia.

En este enfrentamiento, el Betis perdió por 1-0 con el Legia. Le siguió una segunda visita al país centroeuropeo el pasado Jueves Santo, en la vuelta de los cuartos de final de la 'Conference', en un partido en el que el conjunto bético defendió con un 1-1 en el campo del Jagiellonia, el Municipal de Bialystok, el 2-0 logrado en la ida.

Los mas veteranos en estas lides y lo que debutan, todos, tienen su punto de encuentro en el centro de la ciudad, aunque la UEFA también ha dispuesto de otro específico para seguidores verdiblancos y que ha ubicado cerca del estadio, como una parada en el camino hacia la final.

Este tiene un horario desde las once de la mañana hasta las siete de la tarde, dos horas antes de que se inicie el partido (21.00), y cuenta con puntos de comida y bebida, música y una pantalla gigante con lo que los béticos pasan las previas a su marcha al Estadio Municipal de Breslavia en busca de una victoria.

Antonio Gutiérrez

Sevilla, 28 may (EFE).- José Antonio Morante de la Puebla es bético, tiene un hijo que juega en el Betis Deportivo y, en el día más especial del beticismo, ha compuesto un monumento al arte de torear en Las Ventas con corbatín y fajín verdes mientras los aficionados béticos empezaban a entrar en el Benito Villamarín.

El diestro cigarrero, que ha dicho sentirse recompensado por todo el público de Madrid excepto por el presidente que le ha negado la oreja pedida mayoritariamente, no se ha vestido de verde y oro en el día de la final de la Liga Conferencia entre Betis y Chelsea, pero los cabos de su ropa de torear tenían toda la pinta de un guiño.

La primera final europea del Betis ha tenido referencias del toreo que tanto sigue al equipo de Heliópolis y, después de la de Curro Romero en la final copera de 2022 recogida por la Fundación Toro de Lidia, Morante lo ha dado todo en Madrid dos horas antes de la final de Breslavia, cuando ya el beticismo empieza a entrar en el Villamarín.

José Antonio Morante Camacho es tan bético, que las tablas de su placita de tientas en La Puebla del Río son verdes.