Quiebras agrícolas tienen contra las cuerdas al Banco do Brasil

(Bloomberg) -- Por mucho tiempo el Banco do Brasil SA ha promocionado su posición dominante en los créditos a la agroindustria del país como una de sus principales fortalezas. El banco representa la mitad de la financiación que fluye hacia el sector, lo que supone una ventaja en esta potencia agroalimentaria.

Sin embargo, las altas tasas de interés y los sucesivos reveses en cosechas han dejado a los agricultores en una situación difícil. En 2024, las quiebras en esa industria subieron al ritmo más rápido jamás registrado, una recesión que repercutió en toda la industria y que aún no muestra signos de reversión.

Para empeorar las cosas, una nueva norma del banco central obligó a los bancos a provisionar inmediatamente las pérdidas esperadas y a dejar de contabilizar los intereses de los préstamos atrasados. El Banco do Brasil había sido históricamente más conservador que sus competidores, registrando provisiones superiores a las necesarias, pero eso había cambiado más recientemente, ya que buscaba mejorar sus resultados, según una persona con conocimiento del asunto.

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Así que cuando la norma entró en vigor en enero, afectó duramente a la cartera de préstamos agrícolas del banco, que ascendía a 400.000 millones de reales (US$70.000 millones).

El informe de resultados del primer trimestre mostró que la morosidad de más de 90 días en los préstamos agrícolas se duplicó con creces hasta alcanzar el 3%, una cifra que la entidad crediticia había previsto para todo el año, no para los tres primeros meses de 2025. El banco anunció que desechaba sus previsiones sobre indicadores clave, alegando que necesita más tiempo para evaluar las perspectivas.

Felipe Prince, vicepresidente de riesgos internos y control del Banco do Brasil, afirmó en una entrevista que la entidad crediticia sí había reservado provisiones “significativas”, pero que la morosidad era muy superior a lo esperado. En un comunicado separado emitido el martes, el banco afirmó que utiliza “modelos avanzados de gestión del riesgo crediticio y cuenta con provisiones suficientes para cubrir las pérdidas previstas, tal y como exige la normativa”.

Caída

La reacción no se hizo esperar. El mayor banco estatal de Latinoamérica perdió unos US$4.000 millones en valor de mercado el 16 de mayo, tras publicar sus resultados.

La caída borró prácticamente todo el avance que había registrado Banco do Brasil este año en medio de un amplio repunte de las acciones brasileñas. Las acciones acumulan un alza de solo un 2% en lo que va de 2025 al cierre del lunes, muy por detrás del índice de referencia Ibovespa; sus competidores Bradesco, Itaú y Santander han subido al menos un 25% en el mismo periodo.

Los resultados del primer trimestre fueron “peores de lo que se temía, y creemos que la conferencia telefónica no logró abordar todas las preocupaciones planteadas por los inversores y analistas”, escribió el analista de BTG Pactual Eduardo Rosman en una nota a sus clientes. Rebajó la calificación de las acciones a “neutral”.

“El hecho es que el deterioro ha sido peor de lo que el propio BB había indicado anteriormente, y aún no parece haber alcanzado su punto máximo”, añadió.

Presión sobre la CEO

Esto es un problema para la directora ejecutiva, Tarciana Medeiros. La primera mujer al frente de esta institución bicentenaria ocupa un puesto que tradicionalmente ha sido un bastión de los partidos políticos, que nombran a aliados de confianza para puestos clave.

Los resultados amplificaron las críticas internas de larga data de que Medeiros ha permitido que prioridades como la diversidad la distraigan de la actividad principal, según personas familiarizadas con el asunto, que pidieron no ser identificadas al hablar de asuntos privados. Los malos resultados del primer trimestre dañaron su imagen y la del banco, añadieron.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva y Medeiros discutieron los resultados del banco, según dos personas familiarizadas con las conversaciones. Medeiros habría dicho a Lula que los fondos del plan de cultivos del país y la cosecha mejorarán las perspectivas para la segunda mitad del año.

Lula no tiene intención de sustituir a la directora ejecutiva, añadieron, aunque ella tendrá que dar un giro para aliviar la presión que enfrenta, especialmente en un momento en que el gobierno lidia con bajos índices de aprobación bajos y dispares resultados económicos.

En respuesta a preguntas, Banco do Brasil reforzó su compromiso con las previsiones financieras presentadas a los inversores y dijo que busca reflejar “la pluralidad del país”.

“Ratificamos nuestra creencia de que la diversidad y la generación de valor no son excluyentes. La diversidad es una ventaja competitiva que impulsa los resultados”, afirmó el banco en un comunicado.

Nuevas normas

BB ha dicho que financia alrededor del 50% del sector agroindustrial, un segmento que representa alrededor del 23% de la economía brasileña. La cartera agroindustrial del banco supone aproximadamente un tercio de su cartera total de préstamos, significativamente mayor que la de sus competidores, lo que lo hace más vulnerable a los nuevos cambios contables.

La nueva norma, anunciada por primera vez en 2021, busca armonizar los bancos del país con las normas internacionales. Prohíbe contabilizar los intereses de los préstamos riesgosos a menos que se paguen efectivamente. Competidores como Itaú, algunos de los cuales ya utilizaban la nueva metodología, apenas notaron el impacto cuando entró en vigor el cambio. Para BB, supuso una pérdida de 1.000 millones de reales en ingresos.

Ahora, los bancos también están obligados a reservar provisiones para pérdidas esperadas, que normalmente solo se contabilizaban después de un impago real.

La calidad de los activos en la cartera de agroindustria siguió deteriorándose durante el primer trimestre. El segmento es muy particular, con muchos préstamos reestructurados, períodos de gracia y pagos únicos, escribió Rosman, de BTG.

En declaraciones a analistas tras la publicación de los resultados, Medeiros dijo que el banco había iniciado conversaciones con reguladores para obtener un “trato diferente” para la cartera de agroindustria, que tiene “características muy específicas”. Añadió que esta es una de las razones por las que se está revisando la previsión del banco, y afirmó que “todo depende de un posible ajuste”.

El banco central se negó a comentar sobre el tema.

Dificultades

El impacto de las nuevas normas depende de la combinación de créditos de cada banco, y la gran exposición del Banco do Brasil al sector amplificó el golpe, según Raphael Nascimento, analista de Fitch Ratings.

“Hay un componente contable, pero una pérdida es una pérdida”, dijo Nascimento. “La agroindustria atraviesa uno de sus peores momentos en los últimos años y hay incertidumbre para los próximos trimestres”.

Brasil produce alrededor de cuatro quintas partes de las exportaciones mundiales de jugo de naranja, la mitad de las exportaciones de azúcar, más de un tercio de las exportaciones de café y se encuentra entre los cinco principales proveedores mundiales de soja y maíz utilizados para alimentar a las gallinas ponedoras y otros animales de granja.

Pero muchos agricultores están en dificultades financieras tras años de expansión impulsada por créditos, seguidos por una caída en los cultivos clave y el aumento de las tasas de interés. Muchos se endeudaron a tasa variable para financiar compras de tierra, maquinaria y tecnología.

El gobierno cuenta con una cosecha abundante para traer algo de alivio. Pero eso por sí solo no será suficiente para cubrir las deudas de los agricultores, dado el elevado endeudamiento durante los años de bonanza, especialmente ante las altas tasas de interés y los bajos precios de las materias primas, dijo Eduardo Nishio, analista de Genial Investimentos.

Las prácticas legales que alientan a los productores a solicitar protección por bancarrota también son un problema, agregó Nishio. El segundo trimestre del BB debería ser igual de malo, o peor, que el primero, dijo.

La morosidad superior a 90 días de los préstamos agrícolas de la cartera de BB aumentó hasta el 3,04% en el primer trimestre, frente al 2,45% del periodo anterior y el 1,19% del año anterior. El banco espera que la morosidad disminuya a finales de año, según Prince, del Banco do Brasil.

Los agricultores deben cumplir con sus contratos de deuda para recibir fondos del Plano Safra del gobierno, que se anunciará en junio. Según el ejecutivo, eso podría ayudar, aunque advirtió que el gran número de solicitudes de quiebra en el sector podría afectar al proceso.

“Trabajaremos duro para combatir la morosidad, pero nos seguirán pesando hasta finales de año”, añadió.

Nota Original: Farmer Defaults Force Reckoning at Brazil Bank Behemoth (1)

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--Con la colaboración de Simone Preissler Iglesias, Raphael Almeida Dos Santos, Clarice Couto y Dayanne Sousa.

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