Atenas, 27 may (EFE).- El Gobierno de Grecia ha anunciado que se han finalizado las obras de un cable eléctrico submarino que conecta el continente con la isla griega de Creta, un enlace que se espera poder ampliar para incluir Chipre e Israel hasta finales de la década.
La interconexión, de unos 330 kilómetros y con un presupuesto de 1.100 millones de euros, entrará operativa este verano y supondrá un ahorro de 550 millones al año para los consumidores griegos, informó este martes el portal griego ienergeia.gr.
La finalización de la obra termina también con el "aislamiento energético" de la isla más grande de Grecia, que da ahora un paso para convertirse en "pilar fundamental de la transición energética" del país, señaló el ministro de Medio Ambiente y Energía, el conservador Stavros Papastavru.
La obra ha tenido un coste de 1.000 millones de euros, que han sido financiados en su mayor parte por la Unión Europea mediante subvenciones y préstamos.
"Estamos avanzando con éxito en el desarrollo de una red integrada de interconexiones eléctricas, consolidando a nuestro país como un centro energético estratégico en el Mediterráneo Oriental", recalcó Papavstavru.
De hecho, el Gobierno del primer ministro conservador Kyriakos Mitsotakis aspira a ampliar el enlace eléctrico, denominado 'Gran Interconector Marítimo', a Chipre e Israel hasta finales de la década.
Sin embargo, esta proyectada ampliación se ha visto dificultada hasta el momento por desacuerdos financieros y una disputa sobre la delimitación de zonas marítimas en el Mediterráneo oriental entre Grecia y Chipre, por un lado, y Turquía, por otro.
Aparte de su dimensión geoestratégica, la interconexión entre Creta y la región capitalina de Ática pretende reforzar la diversificación energética después de la invasión rusa en Ucrania.
El proyecto es el primer paso para que Creta pueda sustituir la generación de electricidad con combustibles fósiles por energías renovables.
Los cables submarinos a esta isla de 620.000 habitantes se han tendido a 1.200 metros de profundidad -lo que convierte la obra en una de las interconexiones eléctricas más profundas del mundo- y soportan una capacidad de 1.000 megavatios mediante sistemas de transmisión de corriente continua de alta tensión.
Supervisado por una filial del Operador Independiente de Transmisión de Energía de Grecia (ADMYE), en el proyecto han participado, entre otros, los contratistas privados Siemens Energy, de Alemania, la constructora griega TERNA y la empresa de cables Prysmian Group, con sede en Italia.
Grecia se propone realizar otra interconexión eléctrica submarina con Egipto a través del Mediterráneo, una obra valorada en alrededor de 4.000 millones de euros, que transmitiría electricidad producida a partir de energía solar y eólica en el país norteafricano a Europa. EFE