Alcaraz y su "batalla de dejadas" ante un "matagigantes"

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Luis Miguel Pascual

París, 26 may (EFE).- Carlos Alcaraz se mirará este miércoles ante un espejo. El español, que al fin jugará en la pista Philippe Chatrier y podrá admirar la placa con la huella de Rafa Nadal, tendrá enfrente a un jugador que, como él, se prodiga en las dejadas, un golpe que se ha convertido en una seña de identidad del español.

"Va a ser una batalla de dejadas", resumió el tenista tras conocer que su rival será el húngaro Fabian Marozsan, un tenista de 25 años, actualmente 56 del mundo, pero que se ha acostumbrado a derrocar a jugadores del top-10.

El último en caer en sus redes fue el ruso Andrey Rublev en el pasado torneo de Hong Kong, pero antes habían pasado por su guillotina el búlgaro Grigor Dimitrov, el australiano Alex de Minaur, el danés Holger Rune o el noruego Casper Ruud.

Pero su nómina de estrellas derrotadas la abrió el propio Alcaraz en el torneo de Roma de 2023, cuando el húngaro se permitió el lujo de superar al tenista que era número 2 del mundo, el rango más alto de sus víctimas.

"Hola, me llamo Fabian Marozsan", aseguró al entrar en la sala de prensa un jugador casi desconocido, que llevaba a la espalda el puesto de 135 del mundo.

Por entonces, el húngaro de 23 años no había conseguido derrotar a ningún rival del top-100, lo que convirtió aquel éxito en una sorpresa mayúscula que se explicó por la potencia de su derecha, pero también por su tenis imprevisible regado de dejadas.

"Es uno de mis mejores goles, hago muchos contra todos sus rivales", explica el jugador, que combina ese arma con su potente derecha, que permite alejar al rival de la red antes de sorprenderle con una bola mansa.

Una herramienta que también utiliza Alcaraz con profusión y que puede ser uno de los atractivos del segundo duelo de la pista central de París.

"Sé como juega, voy a tener que estar muy atento a eso, lo tendré que preparar bien. Pero él tampoco podrá despistarse", aseguraba el español.

Admirador de Nadal, Marozsan comenzó a jugar al tenis con 5 años, animado por su padre, un gran aficionado al deporte.

El de Budapest tardó en cosechar buenos resultados, pero su temporada 2023 marcó un cambio en su carrera con la buena actuación de Roma, donde llegaba para ganar un partido y alcanzó los octavos de final, refrendada en Shangai, en el que se encaramó a los cuartos de final.

Entre medias, siguió brillando en torneos de segunda fila, como Trieste o Banja Luka, en los que fue semifinalista.

El año pasado llegó a los octavos de Indian Wells, donde Alcaraz se tomó la revancha de su primera cita derrotándole en dos sets, y a los cuartos de Miami donde se cobró la piel de Rune y De Minaur, antes de sucumbir ante Zverev.

El alemán también detuvo su progresión hace un par de semanas en las semifinales de Múnich, que pasan por ser el mejor resultado de su hoja de servicios.

Quienes le conocen apuntan al carácter imprevisible de este admirador de 'Fast and Furious', que se trasmite también a la pista, capaz de lo mejor y de lo peor, que jugará su cuarto partido en Roland Garros, tras haber superado una ronda el año pasado.

En su debut esta temporada superó en tres sets al italiano Luca Nardi, 95 del ránking, para darse cita con otro rival de prestigio que quiere poner de nuevo en su nómina de víctimas. EFE