Ramaphosa admite que su reunión con Trump se produjo bajo "creciente tensión" bilateral

Cyril Ramaphosa señala que la visita a Estados Unidos buscó consolidar la cooperación económica y abordar las tensiones provocadas por la desinformación sobre la situación de los afrikáners en Sudáfrica

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Johannesburgo, 26 may (EFE).- El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, admitió este lunes que su visita la semana pasada a Estados Unidos, donde se reunió con su colega estadounidense, Donald Trump, se produjo bajo una "creciente tensión" entre ambos países.

"Fuimos a Washington para sentar las bases de una mayor cooperación económica y abordar algunos de los desafíos que han surgido recientemente en las relaciones entre ambos países", afirmó Ramaphosa en su carta semanal.

"Nuestra visita se produjo en un momento en que las relaciones entre Estados Unidos y Sudáfrica se encuentran bajo una creciente tensión", aseveró el jefe de Estado sudafricano.

Esa tensión, explicó, es "en gran parte como resultado de la desinformación difundida por grupos marginales en ambos países, incluyendo una falsa narrativa sobre un supuesto genocidio y una campaña de violencia orquestada contra agricultores blancos".

Ramaphosa cree que resultó "crucial" poder hablar directamente con el Gobierno de Trump para "corregir la desinformación y ofrecer un informe veraz sobre el progreso que hemos logrado como democracia y los numerosos y complejos desafíos que aún enfrentamos".

"Si bien ésta fue una conversación necesaria, el objetivo principal de nuestra visita fue profundizar nuestra alianza económica estratégica con Estados Unidos, nuestro segundo socio comercial más importante", agregó el mandatario.

Trump protagonizó el pasado miércoles una tensa reunión con Ramaphosa, en la Casa Blanca, donde proyectó un video para denunciar un supuesto "genocidio" contra la minoría blanca afrikáner (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses), una acusación que el líder sudafricano rechazó categóricamente.

El viaje de Ramaphosa a Washington se produjo tras la llegada a Estados Unidos de un primer grupo de 49 afrikáners acogidos por un controvertido programa impulsado por Trump que los reconoce como refugiados y son, según el mandatario norteamericano, "víctimas de una discriminación racial injusta".

La visita tuvo lugar en un contexto de gran tensión diplomática entre ambos países, tras la decisión de Trump, el pasado febrero, de suspender la ayuda económica a Sudáfrica.

Entonces, Trump acusó a Pretoria de "confiscar" tierras a los afrikáners y de mantener una postura hostil hacia Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

El presidente estadounidense se refirió a la polémica Ley de Expropiación sudafricana, promulgada el pasado enero, que contempla la expropiación de tierras por interés público en el país africano, sin compensación en algunos supuestos.

La expropiación, un tema muy sensible en Sudáfrica, es vista como una herramienta para remediar la desigualdad racial aún vigente a raíz del régimen segregacionista del 'apartheid' (1948-1994). EFE