Cincuenta años de la Cedeao: victorias y fracasos en la búsqueda de la unidad regional

Cincuenta años de la Cedeao en África occidental: impulsos económicos, intervenciones militares, retos democráticos y luchas contra el yihadismo en un contexto de fragilidad y transformación regional

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Lucía Blanco Gracia

Nairobi, 26 may (EFE).- La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) cumple este miércoles cincuenta años, en los que ha pasado de ser una organización centrada en la integración económica a un bloque con aspiraciones políticas que ha acumulando victorias y fracasos en su búsqueda de la unidad regional.

Formada hasta hace poco por quince países -antes de la salida el pasado enero de Burkina Faso, Níger y Mali-, fue fundada con el Tratado de Lagos, firmado en esa ciudad nigeriana el 28 de mayo de 1975.

Entonces, rubricaron el documento Nigeria, Ghana, Senegal, Burkina Faso, Costa de Marfil, Benín, Gambia, Guinea-Bisáu, Guinea-Conakri, Sierra Leona, Mauritania, Mali, Liberia, Níger y Togo. Años después, se unió también Cabo Verde y Mauritania la abandonó.

Considerada como la organización regional con una estructura más consolidada en el continente por su red de instituciones -incluso la Unión Africana se ha inspirado en ella-, la Cedeao se ha enfrentado en los últimos años a desafíos como golpes de Estado, el yihadismo o los fenómenos climáticos extremos.

Democracia y seguridad

"La Cedeao ha conseguido crear un sentimiento de solidaridad en África occidental", dice a EFE Gilles Yabi, analista beninés y fundador del Laboratorio de Ideas de África Occidental (WATHI).

Entre sus principales éxitos, están el libre movimiento de personas con un pasaporte común o el desarrollo de infraestructuras regionales en el ámbito de las telecomunicaciones y el transporte.

Pero, aunque la organización nació inicialmente con aspiraciones puramente económicas, una revisión de sus tratados en 1993 amplió su mandato a ámbitos de seguridad y política.

En 1990, la organización creó el Grupo de Observación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Ecomog), que se nutría de soldados de los diferentes Estados miembros y tuvo un papel esencial en varios de los conflictos de las últimas décadas.

Desde las brutales guerras civiles de Liberia (1989-1997) y Sierra Leona (1991-2002) hasta la intervención en 2013 en Mali, cuando un golpe de Estado dejó vía libre a rebeldes para tomar el control del norte del país, pasando por garantizar una transferencia de poder pacífica en Gambia en 2017.

Yihadismo y juntas militares

En los últimos años, dos fenómenos han hecho tambalearse los cimientos de la organización: el aumento de golpes de Estado y el yihadismo.

En agosto de 2023, Gabón fue el último país en unirse a la ola de golpes que ha sacudido África occidental y central desde 2020, tras los de Mali (2020 y 2021), Guinea-Conakri (2021), Burkina Faso (2022) y Níger (2023).

Las juntas militares de Mali, Burkina Faso y Níger formalizaron el pasado enero su salida de la Cedeao y crearon su propia organización, la Alianza de los Estados del Sahel (AES), al acusar al bloque regional de estar influenciado por intereses extranjeros y de no ayudarles a combatir el yihadismo.

En un contexto geopolítico global mucho más fragmentado, sus juntas militares se han distanciado de la exmetrópoli, Francia, y de Occidente en general y reciben apoyo de otras potencias como Rusia, algo que también ha reducido la capacidad que tiene la Cedeao de aislarlas para forzar el retorno a la democracia.

Financiación, legitimidad y poder

La Cedeao se enfrenta a tres grandes obstáculos: la falta de fondos, una crisis de legitimidad y su dependencia de los Estados miembros.

Aunque, en principio, entre un 70 % y un 90 % de los fondos de la organización deben proceder de los países -a través de una tasa impuesta sobre los productos que entran en sus fronteras-, muchos gobiernos no pagan sus contribuciones durante años.

"La Cedeao depende en gran medida de la financiación de donantes como la Unión Europea o los Estados Unidos y otros bilaterales", explica a EFE el investigador mauritano Djiby Sow, del Instituto de Estudios de Seguridad sobre África (ISS Africa).

Asimismo, la Cedeao "ha perdido autoridad moral" durante los últimos años, afirma Sow, debido a que la población percibe "un doble rasero" frente a los golpes liderados por militares o las "manipulaciones constitucionales" perpetradas por gobiernos civiles.

Así, el bloque impone a veces drásticas sanciones en el primer caso que "afectan desproporcionadamente" a los civiles, mientras parece más "permisivo" en el segundo caso.

Pero el origen de todos los males de la organización parece radicar en que depende en última instancia de los gobiernos que la forman.

"No se puede esperar tener una organización regional que funcione extremadamente bien y con gran eficacia cuando los propios estados miembros no funcionan bien, ni políticamente ni en términos de gobernanza", concluye Yabi. EFE

(Recursos de archivo en www.lafototeca.com cód: 22134801, 22561611, y otros)