
El Gobierno de Pakistán ha tildado este viernes de "irresponsables" y "provocativas" las declaraciones realizadas el jueves por el primer ministro de India, Narendra Modi, quien descartó la posibilidad de conversaciones con Islamabad para solucionar el conflicto en Cachemira y volvió a acusar al país vecino de dar apoyo a grupos terroristas que operan en territorio indio.
"Pakistán rechaza de forma categórica las acusaciones infundadas, provocativas e irresponsables emitidas por el primer ministro indio", ha dicho el Ministerio de Exteriores paquistaní, que ha sostenido que las declaraciones de Modi "estaban repletas de distorsiones, tergiversaciones y retórica incendiaria".
Así, ha señalado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X que las palabras de Modi "están claramente destinadas a azuzar las tensiones regionales por estrechos objetivos políticos" y ha apuntado que "reflejan un intento deliberado de engañar al público".
"Esta postura peligros socava la paz y la estabilidad regional", ha apuntado, al tiempo que ha recalcado que "recurrir a amenazas y presumir de una acción militar contra una nación soberana es una grave violación de la Carta de la ONU y de los principios establecidos del Derecho Internacional".
"Pakistán sigue siendo un socio constante y proactivo en la lucha global contra el terrorismo", ha defendido Islamabad, que ha remarcado que "cualquier insinuación que busque asociar a Pakistán con actos de terrorismo es objetivamente incorrecta y evidentemente engañosa".
En este sentido, ha acusado a Modi de "emplear esta táctica" para "desviar la atención de los desafíos internos de la India, así como de sus políticas represivas en Jammu y Cachemira, ocupada ilegalmente por la India", antes de afirmar que "los intentos de India de enmascarar sus graves violaciones de los Derechos Humanos están bien documentados".
"La difícil situación del pueblo de Cachemira y su justa lucha por la autodeterminación no pueden quedar eclipsadas por una retórica agresiva y una desviación política", ha defendido, al tiempo que ha pedido a Nueva Delhi que muestre "responsabilidad" y "contención".
"Las declaraciones incendiarias y la postura beligerante no tiene más sentido que el de exacerbar las tensiones", ha advertido. "En lugar de recurrir a narrativas ficticias y belicismo para obtener beneficios electorales, India debería demostrar madurez a través de la resolución de las disputas existentes por la vía del diálogo pacífico y la diplomacia", ha argumentado.
"FIRME COMPROMISO" CON "LA COEXISTENCIA PACÍFICA"
Por ello, se ha mostrado "firmemente comprometido" con la "coexistencia pacífica, la estabilidad regional y las interacciones constructivas", si bien ha insistido en que "este deseo de paz no debe ser confundido con debilidad". "El pueblo de Pakistán y sus Fuerzas Armadas están totalmente preparadas y son capaces de defender la soberanía y la integridad territorial del país", ha puntualizado.
"Cualquier error o agresión recibirá una respuesta decidida y proporcionada. Pakistán ha demostrado su determinación en el pasado y lo volverá a hacer, si fuera necesario", ha advertido Islamabad, que ha pedido a la comunidad internacional que "tome nota" de la "postura agresiva y las narrativas de odio" en India.
"Es imperativo desalentar este tipo de retórica y de acciones para preservar la estabilidad en el sur de Asia. La glorificación del conflicto no beneficia a nadie y el camino a una paz duradera recae en el diálogo, el respeto mutuo y el respeto del Derecho Internacional", ha zanjado el Ministerio de Exteriores paquistaní.
Islamabad ha respondido de esta forma a las palabras de Modi, quien el jueves afirmó "no habrá comercio con Pakistán" y apuntó que Nueva Delhi "hará pagar a Pakistán por la agresión cometida contra suelo indio". "Por cada ataque terrorista, Pakistán tendrá que pagar un alto coste, y ese coste será recaerá sobre su Ejército y sobre su economía", aseveró.
Las palabras de Modi llegan en pleno aumento de la tensión entre los dos países, que protagonizaron hace dos semanas un intercambio de ataques en el marco de su disputa por la región de Cachemira, donde el pasado 22 de abril tuvo lugar un atentado que dejó 26 muertos en la zona bajo administración india.
India afirmó entonces tener pruebas de la implicación de la Inteligencia paquistaní en el ataque, cuya autoría fue reclamada por el grupo islamista Frente de Resistencia. Desde entonces, las partes han intercambiado restricciones y han procedido a la suspensión de acuerdos y a la expulsión de diplomáticos.