Países Bajos deporta a Lagos a madre nigeriana y sus tres hijos tras ocho años de arraigo

Autoridades neerlandesas realizan la primera expulsión de niños “arraigados” desde la abolición del “perdón infantil”, enviando a una familia a Nigeria tras ocho años en el país

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La Haya, 23 may (EFE).- Las autoridades neerlandesas han deportado a una madre nigeriana y sus tres hijos menores, uno nacido en Países Bajos, marcando la primera expulsión de niños “arraigados” desde que se aboliera en 2019 la política de “perdón infantil” a niños extranjeros y sus familias que llevaran un largo periodo integrados en la sociedad.

Los tres menores, de 7, 11 y 16 años, fueron enviados junto a su madre en un vuelo a Lagos, Nigeria, después de que el Consejo de Estado, órgano asesor del gobierno en Países Bajos, rechazara una solicitud legal de urgencia para frenar la deportación mientras estudia un recurso contra la orden de expulsión, según publica hoy el diario neerlandés Volkskrant.

La madre y sus dos hijos mayores habían estado estos ocho años viviendo en un centro de solicitantes de asilo mientras esperaban la autorización de su permiso de residencia. El hijo más pequeño nació en Países Bajos hace siete años.

Los niños asistían a la escuela en Países Bajos, estaban plenamente integrados en la sociedad, y apenas hablaban el dialecto nativo de su madre, mientras, el hijo mayor se estaba preparando para comenzar un programa de formación profesional, según ChildSupporto, la organización que representa a la familia.

Dos semanas antes de su deportación este jueves, la familia fue trasladada a un centro de detención, por lo que no pudieron despedirse de su entorno. El miércoles, la madre intentó frenar la deportación apelando al Consejo de Estado, pero los cuatro fueron trasladados finalmente a Lagos, donde fueron entregados a las autoridades nigerianas.

“Ya no tienen ningún contacto allí. Ni siquiera son de Lagos, sino de una región muy alejada de la ciudad. Están completamente solos en Lagos”, señaló Herman Stomphorst, de ChildSupporto. Además, Países Bajos no considera que Nigeria sea un “país seguro”, debido al riesgo de ataques terroristas y de las milicias.

En 2019, el tercer gabinete del entonces primer ministro liberal Mark Rutte (con socios conservadores) puso fin a la política de “kinderpardon” (perdón infantil), introducida en 2013 por el segundo gabinete de Rutte -con los socialdemócratas- para permitir quedarse en el país a los niños que habían vivido más de cinco años en Países Bajos esperando su residencia.

Se les autorizaba la residencia con el argumento de estar ya profundamente integrados en la sociedad y deportarlos sería “inhumano” e “injusto. Generalmente, se cumplen ciertas condiciones: hablan neerlandés, van al colegio, consideran Países Bajos su hogar, y en muchos casos, nacieron o crecieron aquí, y no conocen su país ni hablan el idioma nativo de sus progenitores.

Aunque la política de perdón infantil fue abolida, Rutte prometió entonces que los casos de las familias que ya estaban en el sistema serían tratados bajo una “regulación amplia”, lo que permitió a muchos quedarse en el país. Esta deportación se produce bajo el gabinete de Dick Schoof, que lidera una coalición de cuatro partidos conservadores, con mayoría ultraderechista.

Según ChildSupporto, no se habían confirmado otros casos de deportación de niños “arraigados” desde el cambio legal de 2019.

En los últimos años, otros casos conocidos -como el de Mikael, un niño de 12 años nacido en Ámsterdam que las autoridades querían deportar a Armenia junto a su madres- causaron movilización social, pero no acabaron todavía en deportaciones. EFE