Bruselas, 23 may (EFE).- La Plataforma para la Cooperación Internacional sobre Migrantes Indocumentados (Picum) ha criticado este viernes la carta abierta de nueve países de la Unión Europea que pide modificar la Convención Europea de Derechos Humanos, entre otros textos, y pedir más margen nacional para expulsar a inmigrantes con delitos.
La misiva, impulsada por Italia y Dinamarca, ha sido firmada ya por Bélgica, Austria, Chequia, Letonia, Polonia, Estonia y Lituania.
"Es triste ver cómo nuestros líderes de la UE se unen para socavar los cimientos mismos de la UE: los derechos humanos y el Estado de derecho. Este es un ejemplo clásico de 'crimmigración': la combinación de migración y delincuencia para reprimir a quienes buscan seguridad y sustento en Europa", dijo Silvia Carta, de esa plataforma Picum, en un comunicado.
La misma plataforma, que agrupa a más de 150 ONG de toda la UE, añadió que "si los líderes realmente se preocupan por la seguridad de las personas y la protección de las víctimas, deberían dejar de desmantelar los sistemas de bienestar y empezar a invertir en atención, en lugar de convertir a los migrantes en chivos expiatorios para obtener rédito político".
Fuentes comunitarias indicaron este jueves que Bruselas no comenta peticiones que no van dirigidas directamente a ella, como es el caso de esta carta.
La ministra de Asilo y Migración de Bélgica, Anneleen Van Bossuyt, explicó sobre el documento que "no se trata de socavar los derechos humanos, sino de reequilibrarlos con responsabilidades" y que lo que se pide es "la oportunidad de proteger lo más importante: la seguridad de nuestros ciudadanos".
"Si las medidas adoptadas contradicen sistemáticamente el sentido de justicia y la realidad sobre el terreno, el apoyo a este mismo Estado de derecho corre el riesgo de verse destruido", señaló la ministra belga, informó la radiotelevisión flamenca VRT.
La carta reconoce que el tema planteado es "sensible" y precisa que los firmantes quieren "utilizar" su "mandato democrático" para lanzar una conversación nueva y de mente abierta sobre la interpretación del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
En la misiva los firmantes aseguran representar a "sociedades que protegen los Derechos Humanos" pero defienden la reforma de estas convenciones fundacionales porque, aseveran, "el mundo ha cambiado".
En las últimas décadas la migración irregular ha tenido un papel significativo en Europa. "Muchos llegaron por vías legales. Han aprendido nuestras lenguas, creen en la democracia, contribuyen a nuestras sociedades y han decidido integrarse en nuestra cultura. Otros han llegado y han optado por no integrarse, aislándose en sociedades paralelas y distanciándose de nuestros valores fundamentales de igualdad, democracia y libertad", avisan.
Por eso, los firmantes creen que los países "deberían tener más margen" para decretar la expulsión de ciudadanos extranjeros culpables de delitos graves, violentos o relacionados con el narcotráfico.
"Necesitamos más libertad para decidir cómo nuestras autoridades pueden rastrear, por ejemplo, a los criminales extranjeros que no pueden ser deportados de nuestros territorios (....) Necesitamos ser capaces de adoptar medidas hostiles y efectivas para contrarrestar a los Estados que intentan utilizar nuestros valores y derechos contra nosotros. Por ejemplo, instrumentalizando a los migrantes en nuestras fronteras", apelan. EFE