McTominay, héroe y revelación del Nápoles

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Tomás Frutos

Roma, 23 may (EFE).- El escocés Scott McTominay, héroe del cuarto 'Scudetto' del Nápoles con una chilena ante el Clagliari, ya no se llama así. Su nombre ahora es 'McFratm', un juego de palabras que permite el idioma napolitano en el que 'fratm' sería como decir 'fratello mio' (hermano) en italiano. Se ha ganado a pulso el ser uno más de la ciudad a la que llegó en verano de 2024 y donde ya forma parte de la historia.

'McFratm' es ya un jugador para el recuerdo partenopeo. Al nivel de lo que fueron en su día el georgiano Khvicha Kvaratskhelia y el nigeriano Victor Osimhen, solo superados por el inigualable Diego Armando Maradona. Jugadores ligados a una camiseta por sus prestaciones en el estadio que lleva el nombre de la leyenda argentina, el templo que explotó por cuarta vez en su historia este 23 de mayo de 2025.

Una chilena para la historia

El terremoto de emociones, la locura colectiva de una ciudad y la explosión de petardos y bengalas. Todo eso provocó la enésima maravilla de McTominay, autor de una chilena para la historia en el minuto 42 del partido que convirtió al Nápoles en el merecido campeón de Italia.

Llegó procedente del Manchester United que se deshizo de él por unos 30 millones de euros, en lo que es seguro uno de sus grandes errores en la época reciente. El impacto del escocés es gigante, mucho más de lo que dicen sus ya de por sí extraordinarios números.

Se hizo dueño y señor del centro del campo, líder de la medular de Antonio Conte, que le moldeó a su antojo. Tenía las condiciones de ser un jugador especial para Conte, que explotó sus cualidades y perfiló sus pequeños defectos para hacer un jugador total.

Llegador desde la segunda línea, organizador en salida, ganador en duelos aéreos y comprometido en defensa. Ese ha sido McTominay, el jugador rvelación y, sin duda, el merecido Mejor Jugador de la Serie A que, de no recibir, convertiría el premio en algo sin valor.

Su unión con un pueblo tan diferente a él como el napolitano hace que todo sea aún más mágico. Un rubio de ojos azules y de 1.93 en Nápoles, donde le promedio es bastante más bajo y abundan los morenos de ojos marrones.

Enseguida se enamoró de las delicias napolitanas. De la pizza, de la pasta, de las sfogliatelle (dulce)... tanto que un artículo de un diario italiano a principios de temporada hizo saltar las alarmas sobre una posible mala alimentación del centrocampista.

Nada más lejos de la realidad. Todo bajo control. A los pocos meses se hizo viral en Tiktok su chef personal y todos los platos variados y nutritivos que comía. El campo acabó con todo tipo de rumor. En ningún momento estuvo fuera de forma.

Terminó la temporada haciendo lo que mejor sabe hacer. Gol. Uno más cargando el área. Histórico. Para el recuerdo. Son 12 los que suma en total con otras 4 asistencias. Uno más si se cuenta la Copa Italia.

Se convirtió de manera inesperada en el mejor aliado del belga Romelu Lukaku. Entre ellos cargan con el peso del gol. Otros 14 para Lukaku, autor también de un gol en este día de fiesta ante el Cagliari, y autor de 10 asistencias. Una más contando la Copa.

Un total de 26 goles, casi la mitad del equipo, y 14 asistencias entre ambos. Máximos goleadores del equipo, culpables de que el sueño napolitano se haya hecho realidad.

El gol de chilena fue el broche de oro a una temporada estelar de un McTominay ya histórico en Nápoles, en la que ha sido su primera temporada en Italia. EFE