
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha condenado este miércoles el atentado contra un autobús escolar en el estado pakistaní de Baluchistán, en el que han muerto al menos cinco personas, tres de ellas niños, y que Islamabad ha atribuido a Nueva Delhi, subrayando que "los niños no son y nunca deben ser objetivos de la violencia".
"Hoy, niños de Baluchistán emprendieron lo que debería haber sido un viaje rutinario, ansiosos por empezar otro día de aprendizaje junto a sus amigos. En lugar de ello, se vieron atrapados en un brutal acto de violencia. Vidas jóvenes, sueños y futuros destrozados. Familias destrozadas", ha señalado en un comunicado en el que ha lamentado que "las cicatrices físicas y emocionales quedan para los niños supervivientes".
Ir a la escuela nunca debería ser un "acto peligroso" para ningún niño, ha denunciado la organización en la nota en la que también ha dado sus condolencias a las familias de los afectados.
El Ejército paquistaní ha acusado directamente al "Estado terrorista de India" de estar detrás del ataque en Baluchistán, si bien las autoridades indias han rechazado tales alegaciones.
El incidente se produce en pleno aumento de la tensión entre los dos países, que protagonizaron la semana pasada un intercambio de ataques en el marco de su disputa por la región de Cachemira, donde el pasado 22 de abril tuvo lugar un atentado que dejó 26 muertos en la zona bajo administración india.
India afirmó entonces tener pruebas de la implicación de la Inteligencia paquistaní en el ataque, cuya autoría fue reclamada por el grupo islamista Frente de Resistencia. Desde entonces, las partes han intercambiado restricciones y han procedido a la suspensión de acuerdos y a la expulsión de diplomáticos.