Microbios compartieron sala limpia de la NASA con una misión a Marte

Descubrimiento de 26 especies de bacterias extremófilas en la sala limpia donde se preparó el módulo Phoenix, resaltando su potencial para sobrevivir en condiciones espaciales adversas y la importancia de la protección planetaria

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Docenas de especies desconocidas de bacterias extremófilas se escondían en una sala limpia de la NASA utilizada para albergar la misión Phoenix antes de su lanzamiento hacia Marte hace 17 años.

Según revela un nuevo estudio, algunos de estos resistentes microbios podrían sobrevivir al vacío espacial. Sin embargo, no hay evidencia de que la nave espacial o Marte estuvieran contaminados.

El módulo de aterrizaje Phoenix de la NASA aterrizó en el Planeta Rojo el 25 de mayo de 2008 y pasó 161 días (156 días marcianos) recopilando diversos datos, antes de quedar repentinamente fuera de servicio. Unos 10 meses antes de llegar a Marte, el módulo de aterrizaje pasó varios días en una sala limpia en el Centro de Servicio de Cargas Peligrosas del Centro Espacial Kennedy en Florida, antes de ser lanzado desde la vecina Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral el 4 de agosto de 2007, según Space.com.

Según la NASA, las salas limpias son espacios donde las naves espaciales y sus cargas útiles se ponen en cuarentena antes de los lanzamientos y al reingresar a la Tierra, para prevenir la contaminación ambiental por microbios y mantenerlas libres de partículas potencialmente dañinas. Estos espacios están esterilizados, presurizados, aspirados constantemente y se les suministra aire mediante filtros especiales que impiden la entrada del 99,97 % de las partículas en suspensión. Cualquier persona que entre en la sala debe usar un traje de protección integral y ducharse antes de entrar.

Pero todas estas medidas aún no pueden impedir la entrada de todo. Cuando los investigadores volvieron a analizar las muestras recogidas en la sala limpia del módulo de aterrizaje Phoenix antes, durante y después de la cuarentena de la nave espacial, encontraron ADN de 26 nuevas especies de bacterias. El equipo publicó sus hallazgos en un estudio el 12 de mayo en la revista Microbiome.

La mayoría de los microbios recién descritos presentaban al menos algunas características que los hacían resistentes a condiciones ambientales adversas, como temperaturas, presiones y niveles de radiación extremos. Algunos tenían genes asociados con la reparación del ADN, la desintoxicación de moléculas dañinas y un metabolismo mejorado, e incluso podrían sobrevivir al vacío espacial, escribieron los investigadores.

"Nuestro estudio tuvo como objetivo comprender el riesgo de transferencia de extremófilos en misiones espaciales mediante el análisis de sus rasgos genéticos", explicó en un comunicado el profesor Alexandre Rosado, de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (KAUST), investigador principal del proyecto en la KAUST y colaborador de varios grupos de trabajo de la NASA sobre protección planetaria y microbiología espacial.

Los científicos descubrieron que muchas de las nuevas especies poseían genes que las hacían resistentes a la radiación y a otras condiciones espaciales adversas.