La repostería artesana de los conventos de clausura pasa de local a global con internet

Las Carmelitas Descalzas de Torrelavega implementan un "torno virtual" para ofrecer en línea su repostería artesanal, combinando tradición y calidad con modernas técnicas de comercio electrónico y promoción en redes sociales

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Javier G. Paradelo

Torrelavega (España), 22 may (EFE).- La repostería artesana a escala local ha sido durante décadas parte del trabajo de los conventos de clausura en España, pero ahora monjas jóvenes abren a través de internet una ventana al mundo con sus dulces artesanos.

Es el caso de la congregación de clausura de las Carmelitas Descalzas de Torrelavega, en el norte de España,  que ya en 2013 incorporaron maquinaria al antiguo obrador, lo que permitió  aumentar las ventas a través del torno del convento, aunque al ser monjas de clausura, su mercado seguía siendo muy local para el disfrute de sus pastas de Santa Teresa, sus bizcochos o las almendradas.

Hace unos meses, la comunidad decidió ponerse a la altura de los tiempos y abrir un 'torno virtual' con un portal web preparado para el comercio electrónico, pero también para dar a conocer los valores de la vida religiosa.

Diseñado por unos amigos,  las propias monjas administran esa tienda virtual desde un pequeño ordenador portátil, desde el que actualizan las características alimentarias de los dulces, fijan precios, gestionan pedidos y promocionan sus productos en redes sociales.

La encargada del obrador, la hermana Teresa de la Cruz, explicó a EFE que todo su trabajo es artesano, desde la elaboración de los dulces hasta su empaquetado para enviarlos a través de mensajería, una labor que les lleva media jornada a las seis monjas que participan en el proyecto.

Reconoce que el único secreto de estos dulces, para quien quiera darse "un capricho celestial", son ingredientes de calidad como la harina de trigo, la mantequilla o el azúcar, pero también el cariño y el cuidado que las hermanas ponen en cada paso del proceso.

Horas de trabajo coordinado y en silencio, o al menos con las palabras justas e imprescindibles, dan como resultado rocas de chocolate, abanicos, bocaditos de dulce de leche o el renombrado bizcocho carmelitano, cuya fama ya hace tiempo trascendió del municipio.

La hermana Teresa explica que la tienda electrónica tiene disponibles casi una veintena de productos de repostería, la mayor parte de ellos con el hojaldre carmelitano como base, pero las pulseras, los escapularios, los rosarios o los bordados del convento están también en su oferta en internet.

La producción del obrador es bajo demanda para que el producto esté siempre fresco, de tal manera, que al terminar cada jornada deciden la cantidad de repostería que harán al día siguiente, para asegurar que cada dulce se mantenga en perfectas condiciones hasta llegar al cliente.

Esto es así excepto en la campaña de Navidad cuando las ventas se multiplican por la fama que tiene la repostería de las carmelitas, y entonces las monjas no dan abasto y siempre producen algo más para atender la demanda extra que les llega. EFE

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