Jóvenes contra la despoblación organizan un festival en un pueblo español de 4 habitantes

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Soria (España), 22 may (EFE).- La pequeña localidad española de Pedro, ubicada en la provincia de Soria (centro) y en la que viven solo cuatro personas, acogerá el 10 de agosto la primera edición del Festival Luminaria Sound, que prevé actividades con música en directo para reactivar la vida de esta zona muy afectada por la despoblación.

La iniciativa, bajo la batuta de Goyo Yeves, músico de la banda española de música folk Celtas Cortos y con raíces en Pedro, quiere imitar el concierto que con su grupo celebró hace dos décadas y que reunió a más de 4.000 personas en el municipio.

Tres de los organizadores de este evento confesaron en una entrevista con EFE la mezcla de "emoción, ilusión y nerviosismo" que sienten a menos de tres meses del evento.

"Tuvimos la idea, un día como hoy, sentados en el pueblo y pensando en lo bonito que sería volver a reunir a miles de personas en Pedro gracias a la música", dijeron, y destacaron la necesidad de que los jóvenes retornen al pueblo y le devuelvan la vida.

Por eso, desde la Asociación Cultural Río Pedro de la que forman parte pretenden dar continuidad a este tipo de iniciativas, no sólo en verano sino también en otras épocas del año para "dar motivos para acercarse hasta el pueblo".

El Festival, que será gratuito, pretende tener un carácter vertebrador y contará con las actuaciones de grupos emergentes de la región.

"Queremos visibilizar que hacer eventos como este son posibles con esfuerzo e ilusión y hacer un llamamiento a jóvenes de otros pueblos para que se pongan en marcha", aseguraron los organizadores.

"No podemos dejar morir a nuestros pueblos", advirtieron.

Además de conciertos contará con visitas y actividades culturales, talleres y juegos populares y habrá zona de acampada para los que decidan pernoctar.

El nombre del festival, Luminaria Sound, se debe a que tradicionalmente los habitantes de Pedro encendían una hoguera en la plaza del pueblo durante la noche de San Roque con la idea de deshacerse de los trastos viejos que cada uno guardaba para la ocasión.

La hoguera no solo iluminaba la oscuridad, sino que también unía a la comunidad en torno a un símbolo de tradición y festividad.

"Cuando se quemaba lo viejo era una señal de que se iniciaba algo nuevo", explicaron los jóvenes, que añadieron: "cuando mi madre me contó esta tradición, el nombre del festival tenía que ir relacionado con ello". EFE

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