El Gobierno Trump da un plazo de 72 horas a Harvard si quiere volver a matricular a extranjeros

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Nueva York, 22 may (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos ha dado 72 horas a la universidad de Harvard para proporcionar información sobre actividades "violentas" y protestas en las que hayan participado sus alumnos si quiere recuperar su programa de matriculación de extranjeros, revocado hoy por la Administración del presidente Donald Trump.

La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, indicó a la institución en una carta que podía reinstaurar su certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio si cumplía con una serie de requisitos en 72 horas.

Entre otras cosas, el DHS pide a la prestigiosa institución académica que facilite vídeos, imágenes o audios de protestas y actividades "ilegales" y "violentas" que hayan tenido lugar dentro o fuera del campus en los últimos cinco años y en las que hayan participado alumnos con visas de los tipos J1 y F.

Noem incidió en que este es "un mensaje claro para Harvard y todas las universidades, de que la Administración Trump hará cumplir la ley y erradicará los males del antisemitismo y el antiamericanismo en la sociedad y los campus".

En un comunicado divulgado esta mañana, el DHS especificó que Harvard "ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y que los actuales deben transferirse o perderán su estatus legal", al alegar que la universidad ha permitido "que agitadores antiestadounidenses y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, entre ellas muchos alumnos judíos".

La revocación de su capacidad para matricular a extranjeros supone una escalada de la tensión entre el Gobierno y la universidad, que el pasado abril demandó a la Administración republicana con el fin de recuperar su financiación federal, congelada por incurrir en supuestas conductas antisemitas.

Harvard es una de las universidades -además de Columbia y Princeton, entre otras- que han visto amenazada su financiación por informes del 'Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo', creado por Trump, por presuntamente aplicar políticas de 'discriminación positiva' o por no dar cabida a lo que el Gobierno Trump califica como "diversidad de ideas".

Las acusaciones de antisemitismo vertidas por Trump hacen referencia sobre todo a las protestas propalestinas que tuvieron lugar el año pasado en la Universidad de Columbia (Nueva York) y que se extendieron a otros centros universitarios estadounidenses.

Nueva York, 22 may (EFE).- El Gobierno de Donald Trump prohibió a la Universidad de Harvard matricular en adelante a estudiantes extranjeros, en una grave escalada en el conflicto que enfrenta al mandatario con la institución educativa desde hace varios meses por cuestiones ideológicas y que ha hecho de Harvard la punta de lanza del antitrumpismo en Estados Unidos.

La decisión ha sido comunicada en una carta remitida este jueves a Harvard y firmada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que reza: "Les escribo para notificarles que, con efecto inmediato, el programa de la Universidad de Harvard de Estudiantes y Visitantes Extranjeros ha sido revocado".

"Esto significa que Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y que los estudiantes extranjeros actuales deben trasladarse o perderán su estatus legal", anota un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, en inglés).

La universidad reconoció el daño que esa medida le puede suponer: "Esta acción de represalia amenaza con dañar gravemente a la comunidad de Harvard y al país, al igual que socava nuestra misión académica e investigadora dijo al The New York Times Jason Newton, director de relaciones con los medios de la institución.

Si embargo, se dijo "comprometido a mantener nuestra capacidad de alojar a estudiantes y académicos internacionales, que proceden de más de 140 países y enriquecen inconmesurablemente la universidad y la nación".

No está claro el alcance inmediato del "traslado" para los estudiantes que actualmente se encuentran cursando una carrera. Según la información que provee la propia universidad, en este curso actual hay inscritos 6.793 estudiantes extranjeros, que equivalen al 27,2 % del cuerpo estudiantil.

La matrícula en Harvard es de 59.320 dólares para el año escolar que comienza a finales del 2025, y los costos a los estudiantes pueden ascender a casi 87.000 dólares si se incluye alojamiento y comida, según el mismo diario. Esto da una idea del golpe económico que puede suponer para Harvard la prohibición de matricular a extranjeros.

A las habituales acusaciones de tolerar o promover el antisemitismo en sus campus, hoy el Gobierno de Trump introdujo un nuevo elemento, como es el de la presunta injerencia china: "Esta Administración -continúa el comunicado del DHS- considera a Harvard responsable de fomentar la violencia y el antisemitismo, y de coordinarse con el Partido Comunista chino en su campus".

Al igual que ha razonado con la concesión o revocación de visados, el DHS ha calificado la matriculación de extranjeros como "un privilegio".

 "Es un privilegio, no un derecho, que las universidades matriculen a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para aumentar sus multimillonarias dotaciones. Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó", anota Noem.

Esta quiebra de lo "correcto" lo define así el DHS: dice que la elitista universidad "ha creado un ambiente inseguro en el campus al permitir que agitadores antiestadounidenses y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, incluyendo a muchos estudiantes judíos".

Las acusaciones de antisemitismo -y de conductas de presunto apoyo a Hamás- son el principal argumento de la carta del DHS, pero también se incluyen las políticas de inclusividad y de discriminación positiva para las minorías, que el DSH califica de "racistas" (en probable alusión a un sesgo contra la mayoría blanca).

 "Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país", advierte Noem en ese documento.

Harvard ha sido, de lejos, la universidad que con más vehemencia se ha opuesto a las medidas de control de la Administración Trump en los campus, en la contratación de profesores, en la oferta de cursos y en la confección de programas.

Pero esa oposición ha tenido para Harvard literalmente un precio muy alto: solo en lo que va de mayo, el Gobierno le ha retirado primero 2.200 millones de subvenciones federales, y una semana después otros 450 millones.