La Habana, 22 may (EFE).- El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reconoció este jueves que la crisis eléctrica en la que está sumida la isla, con apagones que en algunos puntos del país superan las 20 horas diarias, es "grave", pero "no imposible de superar".
Díaz-Canel aseguró en su cuenta de X que la "recuperación" del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) tomará "un tiempo" por su "complejidad" y por el "efecto" de las sanciones de Estados Unidos. "Se trabaja duro y lo lograremos", concluyó.
El miércoles, el Ejecutivo de la isla reconoció que la complejidad actual con los apagones es "extrema", aunque también aseguró que espera que disminuyan en los próximos tres meses gracias a un plan en marcha de reparaciones en centrales termoeléctricas clave.
En ese sentido, el viceministro primero de Energía y Minas, Argelio Abad Vigoa, señaló que la estrategia es trabajar en la transición energética hasta el año 2030 cuando, de acuerdo al plan, el 24 % de la electricidad debe provenir de energías renovables, principalmente fotovoltaica, pero también eólica y la hidroeléctrica.
Hasta ahora se han conectado ocho nuevos parques solares al SEN que suman unos 170 MW de potencia instalada adicional. De acuerdo a las previsiones oficiales, la puesta en marcha de un total de 92 parques fotovoltaicos para 2031 supondrá aumentar la potencia instalada en 2.000 MW.
Aunque los directivos del sector estimaron que los parques fotovoltaicos permitirán disminuir las horas de apagón y avanzar en la soberanía energética del país, señalaron que la generación termoeléctrica es "básica" en el SEN, y previeron continuar los mantenimientos a las termoeléctricas y seguir recuperando la generación distribuida.
Cuba vive desde hace varios meses una profunda crisis energética con largos cortes del suministro de electricidad -de más de 20 horas diarias en diversas regiones del país- que afectan la vida cotidiana y la marcha de la economía.
Entre las principales causas de la crisis están las frecuentes averías en las centrales termoeléctricas, con décadas de explotación y el déficit de combustible por la falta de divisas para importarlo, según el Gobierno cubano.
El panorama empeoró a mediados del año pasado y desde entonces han ocurrido cuatro apagones nacionales, el último registrado en marzo.
Expertos independientes señalan que la situación responde a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. El Gobierno cubano destaca, por su parte, el impacto de las sanciones estadounidenses.
Diversos cálculos independientes estiman que el Gobierno necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el sistema eléctrico. EFE