Shanghái (China), 21 may (EFE).- La inversión directa de China en la Unión Europea (UE) y el Reino Unido aumentó en 2024 por primera vez desde 2016, aunque la cifra representa únicamente un quinto de la alcanzada ese año, según un informe publicado hoy por los laboratorios de ideas Rhodium y Merics.
El estudio indica que la inversión china en Europa alcanzó unos 10.000 millones de euros en 2024, lo que representa un aumento del 47 % con respecto al año anterior, impulsado por la llegada de empresas del país asiático a países donde no tenían presencia, así como por fusiones y adquisiciones.
La primera de esas dos modalidades aumentó un 21 % interanual y alcanzó unos 5.900 millones de euros en inversión, mientras que la segunda se duplicó (+114 %) y se situó en unos 4.100 millones de euros.
Además, la porción de la UE y el Reino Unido sobre el total de inversión directa china en el extranjero registró el año pasado su primer aumento significativo desde 2018 al elevarse un 19,1 %.
Sin embargo, el dossier apunta que la porción de inversión china destinada a los 'tres grandes' (Reino Unido, Alemania y Francia) cayó al 20 % desde la media del 52 % que había registrado entre 2019 y 2023, algo que se debe no solo al cambio de los patrones de inversión sino a un menor gasto en general.
En la otra cara de la moneda se encuentra Hungría, que se corona como principal receptor de capital del gigante asiático gracias a la cercanía del Gobierno dirigido por Viktor Orbán con Pekín: "Impulsada por proyectos 'greenfield' (de nueva planta) intensivos en capital, Hungría aglutinó el 31 % de toda la inversión directa china en Europa, más que ningún otro país".
Un sector en el que Hungría brilla especialmente y que atrae la atención sobre la inversión china en Europa es el de los vehículos eléctricos, aunque Merics y Rhodium matizan que todavía se trata de cifras "insignificantes" en comparación con los flujos bilaterales de inversión y de comercio.
Los aranceles impuestos por Bruselas a los eléctricos chinos han llevado a varios fabricantes de ese país a anunciar planes para producir en la UE, algo a lo que se suma la feroz competencia y la debilidad de la demanda en su país, lo que les ha llevado a buscar otros mercados donde crecer.
Pero el informe apunta que las perspectivas a largo plazo son inciertas precisamente por la ralentización de la inversión china en ese sector en Europa: "Un importante bajón en el valor de los proyectos de vehículos eléctricos chinos anunciados en 2024 y la cancelación de tres grandes proyectos de baterías para eléctricos el año pasado ponen en duda si el aumento de la inversión china en Europa puede continuar, ya que no hay ningún otro sector que vaya a amortiguar una posible caída de inversión en vehículos eléctricos".
Según las cifras de Rhodium y Merics, los nuevos proyectos anunciados por firmas chinas de ese sector en Europa aglutinaron un valor un 79 % inferior al de la media de 2022 y 2023, bajando de unos 15.000 millones de euros a unos 3.100 millones, tanto por las mencionadas cancelaciones -por ejemplo, Svolt abandonó dos proyectos para fabricar en Alemania por 4.200 millones de euros- como por dificultades financieras y las incertidumbres en el mercado global.
Además, el estudio advierte de que casi la mitad de la inversión china en Europa se corresponde únicamente a cinco empresas: los fabricantes de baterías CATL, Envision y Gotion, el productor de automóviles Geely -propietario de Volvo, entre otros- y el gigante digital Tencent, mayor vendedor mundial de videojuegos.
En cualquier caso, los autores del informe creen que las relaciones de China con la UE podrían mejorar "momentáneamente" ante la guerra comercial con EE. UU.: "Ante la creciente incertidumbre económica y geopolítica, podría surgir una postura más conciliadora con Pekín. Algunos Estados miembros pedirán a Bruselas que evite una doble guerra comercial". EFE