París, 21 may (EFE).- La Fiscalía solicitó hoy una pena de 10 años de cárcel para el considerado como el cerebro del millonario robo de joyas a Kim Kardashian ocurrido en París en octubre de 2016.
"No hay duda sobre la culpabilidad de los acusados", afirmó claramente la fiscal Anne Dominique Merville en su alegato final ante el tribunal que juzga a los diez procesados.
La fiscal definió como el líder del grupo y organizador del atraco a Aomar Aït Khedache, un atracador multirreincidente que fue uno de los que amenazaron a Kardashian para que entregara sus joyas.
Aït Khedache, ahora de 69 años, tiene serios problemas de salud, ya que está sordo y casi mudo, pidió perdón a Kardashian a través de una auxiliar durante el juicio.
A pesar de su situación y de que el riesgo de reincidencia es inexistente, la fiscal solicitó la pena porque "debe pagar por sus delitos".
El robo, que dio la vuelta al mundo por la condición de estrella de la telerrealidad y de las redes sociales de la víctima -que ahora tiene 356 millones de seguidores en Instagram-, ocurrió en la madrugada del 3 de octubre de 2016.
Esa noche, la banda asaltó un pequeño y discreto hotel de lujo en la zona de la Madeleine, en el centro de París, donde Kardashian se alojaba dentro de su asistencia a la Semana de la Moda.
Los asaltantes se llevaron joyas valoradas en unos 10 millones de dólares, entre ellas el anillo de bodas que el rapero Kanye West había regalado a Kim Kardashian, una pieza con un diamante de 19 quilates y valorada en unos cuatro millones de dólares.
Los acusados fueron detenidos en enero de 2017. Algunos han admitido su participación, ya que fueron identificados por restos de ADN, mientras que los demás han defendido su inocencia.
Los miembros de la banda fueron bautizados por la prensa francesa como los "yayoladrones" porque muchos de ellos superan o rondan los 70 años, con un largo historial delictivo y muchos años de prisión a sus espaldas.
Excepto un collar, perdido por los ladrones en su apresurada huida y recuperado por la policía, el resto de joyas no ha vuelto a aparecer, y se cree que fueron vendidas en Bélgica.
Kardashian declaró el pasado martes en el juicio, en una sesión en la que narró el trauma que sufrió porque, según dijo, temió que iba a ser violada y asesinada al ser amenazada con una pistola que apuntaba a su cabeza.
La famosa estadounidense fue atada con bridas y puesta en una bañera, y desde entonces necesita tener guardias de seguridad por la noche para poder dormir con serenidad, aseguró. EFE
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