Circasianos sirios conmemoran su genocidio a manos de Rusia tras años de silencio con Asad

Circasianos en Damasco celebran el 'Día de Luto Circasiano', marcando el aniversario del genocidio ruso con un acto significativo de memoria y reivindicación en la plaza de los Omeyas

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Yahya Nemah

Damasco, 21 may (EFE).- En una escena sin precedentes en décadas, la plaza de los Omeyas en el centro de Damasco se llenó este miércoles de circasianos sirios para conmemorar el aniversario de su genocidio a manos de Rusia en el siglo XIX, algo impensable hasta la reciente caída de Bachar al Asad, estrecho aliado de Moscú.

Así, alrededor de un centenar de personas de esta comunidad pudieron marcar en Siria el 'Día de Luto Circasiano', que en esta ocasión conmemora el paso de 161 años desde el genocidio perpetrado por los zares rusos contra el pueblo circasiano en el Cáucaso Norte y su desplazamiento forzado a diversas partes del mundo.

"Esta es la primera vez que podemos izar nuestra bandera circasiana en el corazón de Damasco, junto a la bandera nacional siria. Bajo el régimen anterior, ni siquiera se nos permitía pronunciar el nombre de este aniversario", explicó en un discurso el miembro de la Sociedad Caritativa Circasiana, Shraf Husein Karf.

"Hoy lo declaramos un momento de duelo y dignidad, y rememoramos los recuerdos que algunos han intentado borrar", zanjó.

Los participantes tomaron parte en una suerte de manifestación, algunos vestidos con los tradicionales trajes circasianos y ondeando banderas verdes con flechas y estrellas doradas, prohibidas en décadas pasadas debido a la alianza política entre el antiguo régimen sirio y Rusia.

Moscú intervino militarmente en Siria en favor del anterior régimen desde 2015 hasta su derrocamiento el pasado diciembre, cuando incluso el territorio ruso se convirtió en el lugar de exilio escogido por Al Asad para huir con su familia.

Este miércoles, los circasianos sirios, expresaron sus sentimientos con una libertad sin precedentes, en un momento conmovedor que reabrió viejas heridas que habían permanecido silenciadas durante mucho tiempo.

"Nos reunimos hoy para honrar las almas de nuestros antepasados ​​que se sacrificaron por su tierra y defendieron valientemente sus verdes montañas durante cien años contra el avance de la Rusia zarista", sentenció Karf ante los asistentes, en referencia al conflicto ruso-circasiana iniciado en 1763.

"Esa guerra terminó en una masacre y un desplazamiento masivo, en el que nuestro pueblo pagó un alto precio: algunos se ahogaron en el mar, otros fueron forzados al exilio y otros murieron de hambre en caminos que solo conocen quienes los han transitado", apuntó con la voz quebrada.

La gran mayoría de las personas originarias de la antigua Circasia se reparten en la actualidad principalmente por Turquía y países de Oriente Medio como Siria, donde Karf defiende que su comunidad se integró "plenamente" y se comprometió con defender su nueva patria de acogida.

Según dijo, más de 400 circasianos perdieron la vida o pasaron a engrosar las listas de víctimas de desapariciones forzosas durante las revueltas populares iniciadas en 2011 contra el régimen de Al Asad, cuyos órganos de seguridad aplacaron brutalmente el movimiento, derivando en una guerra civil.

"Hoy, tras la caída de la tiranía, podemos conmemorar esta ocasión como lo hacen los circasianos en Turquía, Jordania y Europa. Y contar nuestra historia públicamente por primera vez", celebró el miembro de la minoría étnica.

Para Celine al Qasem, una de las participantes en la conmemoración, este miércoles ha sido "un día histórico" para los circasianos de Siria.

La mujer explica a EFE que antes solo podían seguir el 'Día de Luto' a través de internet o a través de las comunidades que habitan en otros países. "Aquí en Damasco se nos impuso el silencio, hoy nos sentimos orgullosos al conmemorar este aniversario, que simboliza tanto el dolor como la resiliencia", destacó.

Por su parte, Jamistán, un periodista circasiano sirio, argumentó que lo ocurrido con su pueblo fue uno de los crímenes "más horrendos de la historia", puesto que alrededor del 90 % de ellos fueron víctimas de asesinato o de desplazamientos forzosos hacia el imperio Otomano, Europa y el Levante.

"Hoy afirmamos que permaneceremos, que nuestra memoria perdura y que seguiremos defendiendo nuestro derecho a expresar nuestra identidad e historia", señaló en declaraciones a EFE.

Los asistentes a la protesta guardaron un minuto de silencio durante el cual recitaron el primer verso del Corán por las almas de sus mártires. También se interpretó música caucásica tradicional y se izaron banderas verdes, símbolo desde hace mucho tiempo de resistencia e identidad.

"No olvidaremos ni perdonaremos", concluyó Karf por primera vez desde la capitalina plaza de los Omeyas. EFE

(foto)(vídeo)