San José, 20 may (EFE).- El Servicio Jesuita de Costa Rica lamentó este martes la reforma constitucional propuesta por los esposos y copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, que eliminará la nacionalidad nicaragüense a aquellos que adquieran otra a partir de 2026.
"Lamentamos la reforma “constitucional” aprobada en Nicaragua el viernes 16 de mayo, que elimina la doble nacionalidad para nicaragüenses que adquieran otra ciudadanía", indicó el Servicio Jesuita de Costa Rica en una declaración divulgada en sus redes sociales.
"Esta medida profundiza la represión contra las personas que han sido forzadas a huir (de Nicaragua), y se suma al patrón de violencias que, incluso en el exilio, persigue a miles de personas nicaragüenses", señalo.
El Servicio Jesuita, que se define como una obra social de la Compañía de Jesús en Centroamérica y que se centran en acompañar en diversas áreas a personas en movilidad humana forzada en situaciones de alta vulnerabilidad, destacó que han "acompañado a cientos de personas nicaragüenses en su proceso de naturalización en Costa Rica".
"Esta ha sido una vía de protección e inclusión para quienes han optado por construir una nueva vida con dignidad", subrayó.
Observó que desde 2023, más de 450 nicaragüenses han sido despojados "arbitrariamente de su nacionalidad, y muchas más de la confiscación ilegal de sus bienes".
"La situación de derechos humanos en Nicaragua sigue siendo crítica por las persistentes violaciones a los derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales", advirtió.
El Servicio Jesuita de Costa Rica dijo que seguirán "firmes en nuestro compromiso de informar, proteger y acompañar a quienes enfrentan la migración y el desplazamiento forzado".
El Parlamento de Nicaragua aprobó el viernes pasado una reforma a la Constitución Política que establece que los nicaragüenses de nacimiento perderán su nacionalidad al momento de adquirir otra nacionalidad.
También que los extranjeros pueden ser nacionalizados, previa renuncia a su nacionalidad originaria; y en el caso de los centroamericanos de origen, residentes en Nicaragua, tendrán derecho de optar a la nacionalidad nicaragüense sin renunciar a su nacionalidad.
La medida afectará a los nicaragüenses exiliados, opositores o no, que deseen solicitar otra nacionalidad en el país de acogida, una vez esa reforma sea aprobada en segunda legislatura, es decir el próximo año, y sea publicada en el Diario Oficial La Gaceta.
El titular de la Asamblea Nacional de Nicaragua (Parlamento), el sandinista Gustavo Porras, defendió este martes esa reforma constitucional que eliminará la nacionalidad nicaragüense a aquellos que adquieran otra a partir de 2026 bajo el argumento de que "nadie debe servir a dos patrias".
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato -el cuarto consecutivo-, con sus principales contendientes en prisión y a los que luego expulsó del país, y los privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos tras acusarlos de "golpistas" y de "traición a la patria". EFE
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