Doce nuevas amenazas acechan a las abejas en los próximos años

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El informe de Bee:wild, nueva campaña mundial para la protección de los polinizadores, identifica las 12 principales amenazas emergentes para estos insectos entre los próximos 5 a 15 años.

En el estudio participaron diez de los principales expertos mundiales, coordinador por la Universidad de Reading (Reino Unido).

Los polinizadores, como las abejas, las mariposas, algunas aves y los murciélagos, son vitales para la naturaleza y nuestro suministro de alimentos, ya que casi el 90 % de las plantas con flores y más de tres cuartas partes de los cultivos básicos del mundo dependen de ellos. Sin embargo, la pérdida de hábitat, los pesticidas, el cambio climático y las especies invasoras han provocado su grave declive, incluida la extinción de algunas especies de abejas. Una ola de nuevas amenazas está añadiendo más presión, según el informe: 'Amenazas y oportunidades emergentes para la conservación de los polinizadores globales'.

Estos incluyen: La guerra y los conflictos, como la guerra en Ucrania, obligan a los países a cultivar menos tipos de cultivos y dejan a los polinizadores sin alimentos diversos durante toda la temporada. Partículas microplásticas contaminan colmenas en toda Europa: pruebas realizadas en 315 colonias de abejas melíferas revelaron materiales sintéticos como plástico PET en la mayoría de las colmenas. La luz artificial nocturna reduce las visitas de polinizadores nocturnos a las flores en un 62% e inhibe el papel crucial que desempeñan las polillas y los insectos nocturnos en la polinización. La contaminación por antibióticos puede contaminar las colmenas y la miel y afectar el comportamiento de los polinizadores, reduciendo, por ejemplo, su búsqueda de alimento y sus visitas a las flores. La contaminación del aire afecta su supervivencia, reproducción y crecimiento. Los cócteles de pesticidas debilitan a los polinizadores, que se enfrentan cada vez más a una mezcla peligrosa de diferentes pesticidas, particularmente en los países en desarrollo. Incendios forestales más frecuentes y de mayor tamaño, que destruyen hábitats y dificultan la recuperación.

El profesor Simon Potts de la Universidad de Reading, autor principal y presidente del Consejo Asesor Científico de Bee:wild, afirma en un comunicado: "Identificar nuevas amenazas y encontrar formas de proteger a los polinizadores de manera temprana es clave para prevenir futuros descensos importantes".

"Al actuar con prontitud, podemos reducir los daños y ayudar a los polinizadores a continuar su importante labor en la naturaleza y la producción de alimentos. Ya existen diversas oportunidades de conservación y están surgiendo otras. No se trata solo de un problema de conservación. Los polinizadores son fundamentales para nuestros sistemas alimentarios, la resiliencia climática y la seguridad económica. Proteger a los polinizadores significa protegernos a nosotros mismos", continua.

El informe también describe algunas amenazas derivadas involuntariamente de las medidas climáticas, que podrían mejorarse para proteger simultáneamente la biodiversidad. Plantar una combinación de árboles con flores y árboles sin flores de rápido crecimiento para la captura de carbono restauraría las oportunidades de polinización. Evitar las zonas ricas en polinizadores y restaurar los hábitats tras la extracción de materiales para baterías de automóviles también ayudaría a reducir el impacto de la minería a largo plazo.

Estas medidas se encuentran entre las 12 que el informe describe para la protección de los polinizadores. Clasificadas por novedad e impacto, las cinco principales son: Leyes más estrictas que limiten la contaminación por antibióticos que perjudica la salud de las abejas.Transición a vehículos eléctricos para reducir la contaminación del aire que afecta a los polinizadores. Cultivos con polen y néctar mejorados para una mejor nutrición de los polinizadores. Creación de hábitats ricos en flores dentro de parques solares; y desarrollo de tratamientos basados en ARNi (ácido ribonucleico) que atacan las plagas sin dañar a los insectos beneficiosos.

Asimismo, se propone roteger a las abejas sin aguijón, importantes para la polinización en los trópicos, mediante la creación de huertos urbanos, la reintroducción de especies silvestres y la protección de hábitats naturales es otra solución. También el uso de IA para el seguimiento de los polinizadores es otra oportunidad.

La doctora Deepa Senapathi, jefa del Departamento de Gestión Sostenible de Tierras de la Universidad de Reading, es coautora del informe y vicepresidenta del Consejo Asesor Científico de Bee:wild. La misma explica: "Actuar con eficacia para proteger a las abejas no es una aspiración futura ideal; ya existen soluciones prácticas que podemos implementar ahora y están surgiendo más. Las oportunidades más prometedoras son aquellas que abordan múltiples problemas a la vez. Una acción centrada y decidida podría frenar significativamente, e incluso revertir, el declive de los polinizadores, creando a la vez entornos que beneficien tanto a la naturaleza como a las personas".

Así, finaliza: "Abordar estas amenazas requerirá el esfuerzo de todos. Necesitamos mantener, gestionar y mejorar nuestros hábitats naturales para crear espacios seguros para los polinizadores. Acciones individuales, como proporcionar alimento y zonas de anidación en nuestros propios jardines, pueden ser de gran ayuda. Pero los cambios en las políticas y las acciones individuales deben ir de la mano para que todo, desde jardines y granjas hasta espacios públicos y paisajes más amplios, se convierta en hábitats favorables para los polinizadores".