Islamabad, 20 may (EFE).- Al menos cuatro niños murieron y otras cinco personas resultaron heridas en un ataque con un dron en la volátil provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en el noroeste de Pakistán, que experimenta en los últimos años un incremento de la violencia armada, especialmente atribuido a los talibanes paquistaníes.
El ataque tuvo lugar el lunes cuando "un dron cayó sobre una casa matando a cuatro niños e hiriendo a cinco personas", informó este martes a EFE Aziz Ullah, un funcionario de la administración local del distrito tribal de Waziristán del Norte, limítrofe con Afganistán, donde tuvo lugar el incidente.
Los ataques con drones en regiones tribales fronterizas con Afganistán no son infrecuentes, puesto que son empleados tanto por grupos armados, como el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), como por las fuerzas de seguridad en operativos contra la insurgencia.
Aunque no se ha producido ninguna declaración oficial del Gobierno paquistaní sobre el asunto, el ministro provincial de Socorro, Naik Muhammad, condenó el ataque en Facebook y afirmó que la sangre de niños inocentes no sería en vano.
Ningún grupo armado ha reivindicado el ataque por el momento.
Khyber Pakhtunkhwa está sumida en un alza de la violencia armada, especialmente desde la llegada al poder de los talibanes en Afganistán, en agosto de 2021, que coincidió con un repunte de los ataques del TTP, sus hermanos ideológicos.
El pasado marzo, diez personas murieron en un presunto ataque con drones en una zona remota en la cima de una colina de Katlang, en el distrito Mardan de Khyber Pakhtunkhwa. Funcionarios de seguridad afirmaron que el objetivo eran miembros del TTP.
La violencia armada también se ha intensificado en los últimos años en la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán y lindante con Afganistán, pero en este caso vinculada a grupos separatistas que acusan a Islamabad de apoderarse de los ricos recursos de la región, sin que sus ciudadanos apenas perciban beneficios.
Esto da lugar a ataques frecuentes contra las fuerzas de seguridad, trabajadores extranjeros -especialmente chinos- y procedentes de otras provincias paquistaníes, quienes según estos grupos contribuyen a agravar la pobreza en Baluchistán. EFE