Claves del fallo de la CIJ sobre la disputa territorial entre Guinea Ecuatorial y Gabón

La Corte Internacional de Justicia otorga a Guinea Ecuatorial la soberanía sobre islas en la bahía de Corisco, resolviendo una disputa territorial que data de 1972, vinculando su fallo al Tratado de París de 1900

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Malabo, 19 may (EFE).- La Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló este lunes a favor de Guinea Ecuatorial en su disputa con el vecino Gabón por la soberanía de varias islas en la bahía de Corisco, una región con potencial petrolero, al considerar que Malabo heredó el título territorial de España al acceder a la independencia en 1968, con lo que queda zanjada así una disputa histórica entre ambos países.

El tribunal de la ONU reconoció que Malabo tiene un título legal sobre las islas en virtud del Tratado de París de 1900, que dividía los territorios coloniales entre Francia y España en África occidental.

El fallo, definitivo y vinculante, pone fin a un conflicto diplomático que llevaba más de cincuenta años latente. Estas son las claves para entender el caso y su resolución:

El litigio se centraba en tres islas: Mbañe -la mayor, de unas 30 hectáreas- y los islotes Conga y Cocoteros, ubicados en aguas de la bahía de Corisco.

La disputa comenzó en 1972, cuando Guinea Ecuatorial acusó a Gabón de haber ocupado Mbañe por la fuerza, doce años después de la independencia de Gabón (de Francia) y cuatro después de la de Guinea Ecuatorial (de España).

Guinea Ecuatorial sostuvo ante la CIJ que heredó legítimamente el título territorial sobre las islas al independizarse de España en 1968, y que dicho título se basaba en el Tratado de París de 1900, firmado entre España y Francia para delimitar sus respectivas colonias en África Occidental.

Según Malabo, ni Francia ni Gabón tuvieron nunca derechos sobre las islas.

Gabón, por su parte, defendía su soberanía en la llamada Convención de Bata de 1974, un documento cuya validez legal fue puesta en duda por Guinea Ecuatorial.

Libreville presentó ese tratado por primera vez en 2003, pero sólo en forma de fotocopia sin autenticar, y hasta la fecha no ha aportado una versión original ni validada.

En 2016, ambos países africanos acordaron someter la disputa a la CIJ como vía de solución amistosa. El tribunal, con sede en La Haya (Países Bajos), celebró audiencias públicas en 2024, donde escuchó los argumentos de ambas partes.

Además de su valor simbólico, las islas están ubicadas en una zona marítima potencialmente rica en hidrocarburos.

Ambos países habían concedido licencias para la exploración petrolera en el área, lo que aumentó la tensión y el interés estratégico y económico por el desenlace del caso.

La decisión de la CIJ es definitiva y vinculante. Representa una victoria diplomática para Guinea Ecuatorial y deja “sin fuerza de ley” en las relaciones entre ambos la Convención de Bata de 1974.

 Asimismo, sienta un precedente para la resolución de otras disputas territoriales en África relacionadas con acuerdos coloniales. EFE