Islamabad, 18 may (EFE).- El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, mantuvo una conversación telefónica con el presidente electo de Irán, Masoud Pezeshkian, en la que agradeció los esfuerzos de Teherán para reducir las tensiones regionales y su apoyo a Pakistán, tras el reciente repunte del conflicto con la India en su peor escalada en dos décadas.
“Tuve una llamada cálida y cordial con el presidente Masoud Pezeshkian esta noche. Le agradecí los sinceros esfuerzos de Irán para reducir las tensiones en el sur de Asia y su apoyo a Pakistán durante la reciente crisis”, escribió Sharif la madrugada del viernes en su cuenta oficial de X.
"Reafirmé la firme determinación de Pakistán de defender su soberanía y enfaticé que la paz en la región depende de una solución justa a la disputa de Jammu y Cachemira, de conformidad con las resoluciones de la ONU", añadió.
El ministro afirmó haber acordado profundizar lazos entre ambos países en materia de comercio, conectividad y seguridad regional, además de haber recibido una invitación por parte del presidente iraní para visitar Teherán.
Esta conversación se produce en el contexto de la última crisis entre Pakistán y la India, tras los ataques aéreos atribuidos a Nueva Delhi sobre territorio paquistaní, en represalia por el atentado del 22 de abril en Pahalgam, en la Cachemira india, que causó la muerte de 26 turistas y fue atribuido por India a grupos con base en Pakistán.
En este marco, Irán asumió un papel activo como mediador. El ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, visitó Islamabad en medio de la escalada diplomática entre los vecinos nucleares y se reunió con Sharif, y días después viajó a Nueva Delhi, donde se entrevistó con su homólogo indio, Subrahmanyam Jaishankar.
Durante sus encuentros, Araqchí hizo un llamamiento al diálogo entre ambos países vecinos, enfatizando "la importancia de los esfuerzos de ambas partes para evitar que la situación se agrave y reducir las tensiones” en el sur de Asia.
El acercamiento entre Pakistán e Irán en este contexto refleja un interés común por evitar cualquier escalada bélica en la región y subraya el papel de Teherán como actor diplomático clave en Asia meridional.
Para Islamabad, el respaldo iraní refuerza su narrativa de disposición al diálogo, mientras que para Teherán, la mediación ofrece una oportunidad para posicionarse como potencia estabilizadora en un entorno regional cada vez más volátil. EFE