Al menos dos ucranianos muertos por ataques con drones rusos en las regiones de Donetsk y Kiev

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Al menos dos civiles ucranianos han fallecido desde la tarde-noche de este sábado como consecuencia de los últimos ataques con drones perpetrados por Rusia en las regiones de Donetsk y Kiev, después de que Rusia y Ucrania hayan mantenido este viernes en la ciudad turca de Estambul sus primeros contactos directos desde la invasión de febrero de 2022.

Un ataque nocturno con aviones no tripulados sobre la capital ucraniana, Kiev, ha acabado con la vida de una joven de 28 años y ha herido a otras tres personas --un varón de 59 años, una mujer de 61 y un niño de 4--, según ha comunicado el gobernador regional, Mikola Kalashnik, en una publicación en su canal oficial de Telegram.

Kalashnik ha señalado además que una vivienda particular ha quedado parcialmente destruida y varios bloques de pisos residenciales han sufrido daños como consecuencia de la agresión.

Los servicios de emergencia continúan trabajando sobre el terreno y la alerta aérea sobre la ciudad permanece activa a la espera de que las autoridades proporcionen más detalles sobre lo ocurrido.

Previamente, el Gobierno regional de Donetsk informó a través de la misma plataforma de que una serie de ataques aéreos del Ejército ruso sobre su territorio se había saldado con la muerte de una persona y habían herido al menos a otras ocho.

La víctima mortal es una mujer de 27 años, según el mensaje difundido por el gobernador de la región, Vadim Filashkin, quien ha concretado que había un menor entre los heridos.

Estos ataques llegan después de que al menos nueve personas fallecieran y siete fueran heridas a primera hora de este mismo sábado por un ataque ruso con drones a un minibús en las inmediaciones de Bilopillia, en la región ucraniana de Sumi.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski ha lamentado esta agresión, calificándola como una "oportunidad perdida para un alto el fuego", en referencia a los recientes contactos en Estambul, cuyo resultado más concreto ha sido el acuerdo entre ambos países para canjear en un futuro próximo un total de 2.000 prisioneros de guerra, mil por cada bando.

"Hay que presionar a Rusia para que cesen los asesinatos. Sin sanciones más duras, sin presión más fuerte, Rusia no entrará en una diplomacia real", ha advertido.