Karol Nawrocki, el contendiente conservador de las presidenciales polacas

Karol Nawrocki, respaldado por el partido Ley y Justicia, busca consolidar el apoyo conservador en Polonia con propuestas centradas en el bienestar, la seguridad y el desarrollo de la clase media

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Cracovia (Polonia), 17 may (EFE).- El candidato a la Presidencia polaca Karol Nawrocki, un historiador nacionalista respaldado por el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), se presenta a las elecciones presidenciales de mañana con la misión de mantener en manos de los conservadores la Jefatura del Estado y mantener así el duro enfrentamiento con el Gobierno liberal de Donald Tusk.

 Nawrocki, de 41 años, se presenta con un perfil académico y una trayectoria ligada al Instituto de la Memoria Nacional (IPN), una institución que pasó a dirigir hace años, tras ser director del Museo de la Segunda Guerra Mundial en Gdansk (norte).

Aunque cuenta con el apoyo del PiS, que gobernó entre 2015 y 2024, Nawrocki ha sido postulado como candidato "independiente" y ha intentado proyectar una imagen de renovador.

Con la intención de atraer a votantes desencantados con la política tradicional y distanciar al PiS de la imagen de nacionalismo extremo y reaccionario, durante la campaña Nawrocki ha puesto todo su empeño en transmitir mensajes claros y concisos, usar las redes sociales y mostrarse como un hombre de clase media, deportista, luchador y familiar.

Sin embargo, los malos resultados en los sondeos y el auge de sus rivales ultranacionalistas entre el electorado más joven le han llevado a radicalizar su mensaje y a adoptar una narrativa más agresiva, apoyándose incluso en su imagen de boxeador semiprofesional para proyectar fuerza.

El programa de Nawrocki, que él define como para todos los polacos, se basa en tres pilares: el bienestar de los ciudadanos, un país seguro y el desarrollo de la clase media.

Sus propuestas incluyen una reducción del IVA al 22 % desde el 23 % actual, la eliminación del impuesto a los rendimientos del capital para familias con al menos dos hijos, una subida lineal de las pensiones de al menos 35 euros mensuales y el abaratamiento de la energía doméstica.

En el ámbito internacional, Nawrocki se ha mostrado beligerante contra la actual forma de la Unión Europa y, de ser elegido, excluirá a Polonia del Pacto Migratorio y defenderá una "Europa de las naciones", con más autonomía para cada Estado miembro y menos poder legislativo para Bruselas.

Por otra parte, el candidato ultraconservador ha alternado declaraciones duras con Rusia con las críticas a los supuestos favoritismos del Estado para conceder ayudas a los refugiados ucranianos y las críticas al "desagradecimiento" del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, hacia Polonia.

 Las encuestas sitúan a Nawrocki, que se ve a sí mismo como representante del" bando patriótico" en sentido amplio, haciendo hincapié en los valores cristianos y la soberanía nacional, en segunda posición, por detrás del favorito, el liberal Rafał Trzaskowski.

La mayor baza de Nawrocki será conseguir unir al electorado conservador y al moderado que empatice con su idea de "normalidad", como oposición a los "experimentos sociológicos", como califica a las leyes sobre igualdad de las minorías sexuales.

La campaña de Nawrocki ha estado marcada por las acusaciones sobre presuntos contactos con amigos de la juventud que dirigen pandillas de hinchas de fútbol violentos y delincuentes comunes e incluso neonazis, unas alegaciones que el partido gubernamental difundió en un documento supuestamente secreto y filtrado a la prensa.

En cierto modo, Nawrocki se ha beneficiado de tales acusaciones, que ha sabido revertirlas para cultivar una imagen de hombre acosado por las élites de clase alta que no permitirán que un candidato alejado de la política de partidos pueda detentar el poder.

Recientemente, la prensa reveló que Nawrocki poseía un apartamento, que no había incluido en su declaración de bienes y que había pertenecido a un hombre de 80 años que ahora vive en un albergue para indigentes.

Para zanjar el caso, Nawrocki anunció que donará ese piso a una organización benéfica. EFE

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