Moscú, 17 may (EFE).- Las negociaciones de paz entre rusos y ucranianos en Estambul dejaron un regusto amargo tanto a sus participantes como a los observadores. Rusia rechazó el alto el fuego que solicitaban ucranianos y europeos, y la guerra continúa tras casi 1.200 días de combates.
"No queremos la guerra, pero estamos dispuestos a combatir aún un año, dos o tres, lo que haga falta. Combatimos contra Suecia durante 21 años (en el siglo XVIII) ¿Y vosotros cuánto tiempo estáis dispuestos a combatir?", dijo Vladímir Medinski, negociador jefe ruso, durante las negociaciones a puerta cerrada, según una filtración a la prensa reproducida por The Economist.
Como en el frente, los dos bandos se mantuvieron firmes en sus posiciones. Con todo, fue el primer cara a cara en más de tres años. Un primer paso impensable hasta hace poco.
La jornada pasará a la historia por el acuerdo para el mayor canje de la guerra -1.000 soldados por bando- y, quizás, por ser el principio del fin de la contienda más sangrienta en el continente europeo desde 1945 o, en el peor de los casos, una simple maniobra para ganar tiempo del jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
La impresión es que Moscú y Kiev eran conscientes en todo momento de que era imposible llegar a un acuerdo y que el hecho de sentarse en el mismo lugar que en marzo de 2022, Estambul-1, ya era una victoria diplomática a ojos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Más aún cuando el hecho de que un asesor cultural del Kremlin encabezara la delegación rusa, sumado a la negativa de Putin a viajar Estambul, estuvo a punto de provocar la cancelación de la cita.
Los prolegómenos de la reunión estuvieron salpicados de críticas, insultos y toda clase de amenazas. No obstante, los turcos y estadounidenses pidieron al líder ucraniano, Volodímir Zelenski, que no desaprovechara la ocasión y diera una oportunidad a la paz.
Los ucranianos se presentaron con una delegación que incluía a varios militares ataviados con ropa de faena, en una clara demostración de que querían abordar asuntos técnicos relativos al frente.
Con todo, Medinski tenía otra idea en mente. Como era de esperar, exigió el reconocimiento ucraniano de la anexión de la península de Crimea como punto de partida.
Mientras, Kiev se planteó como objetivo principal lograr un cese de las hostilidades, aunque fuera por espacio de 30 días, pero los rusos no estaban por la labor.
Rusia insiste en que una tregua no puede preceder a las negociaciones, sino que éstas deben ir en paralelo. Es decir, si el enemigo acepta mis demandas, entonces me comprometo a cesar los combates.
"Sobre lo que hablan muchos ahora de que primero siempre debe haber una tregua, sean 30 o 60 días, así hablan los que no conocen la historia", dijo Medinski al término de las negociaciones.
Recordó que Napoleón decía que "la guerra y las negociaciones transcurren simultáneamente" y puso como ejemplo la guerra de Vietnam -quince años de combates y negociaciones- o la de Corea.
Una de las principales demandas del Kremlin -manifestada el viernes por Medinski- es que las tropas ucranianas abandonen el territorio de las cuatro regiones ucranianas anexionadas -Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia-, aunque los rusos no las controlen en su totalidad.
En su defecto, Medinski amenazó con que Moscú conquistará también el territorio de las regiones norteñas de Sumi y Járkov, donde los rusos han lanzado una ofensiva.
A los rusos les gusta recurrir a la historia para justificar sus argumentos. El canciller Otto von Bismarck, quien fue embajador en San Petersburgo, "siempre decía: nunca intenten engañar o quitarle algo a los rusos. Ya que pasará el tiempo y tarde o temprano los rusos vendrán a por ello", dijo.
Medinski, un firme creyente en la grandeza imperialista rusa, añadió: "Esa frase es una importante lección de la historia".
Sin embargo, al igual que la cita de Napoleón, esta frase está falsamente atribuida e incluso la desmiente la Sociedad Histórica Militar Rusa, fundada y dirigida por el propio Medinski.
También recordó que franceses e ingleses siempre apoyan a los enemigos de Rusia, sea en Suecia o en Finlandia, aunque se le olvidó recordar que fue la URSS quien, tras pactar con Hitler, decidió atacar sin motivo a Finlandia en 1939, igual que ocurrió con Ucrania en 2022.
La conocida como Guerra de Invierno fue un fracaso para Stalin, que únicamente conquistó un 11 % del territorio finlandés, casi el mismo que los rusos han tomado en Ucrania desde 2022, y perdió también más de 100.000 hombres en apenas tres meses de combates.
Igual que entonces, Finlandia, un país orgulloso de su neutralidad que había pertenecido al imperio zarista, se alió con el enemigo -en este caso la OTAN- para garantizar su seguridad ante la amenaza rusa. Esa también es una lección que nos dejó la historia.
Independientemente, las negociaciones de Estambul evidenciaron que esto sólo lo arregla una cumbre entre Putin y Trump. EFE
Últimas Noticias
El pacto de seguridad, foco de la cumbre que relanzará la relación del Reino Unido y la UE
Londres acoge la primera cumbre oficial entre el Reino Unido y la UE tras el Brexit, con el objetivo de establecer un pacto de seguridad y defensa y discutir cooperación en diversas áreas
Mauritania detiene a tres organizadores de migración ilegal hacia Canarias
Tres detenidos en Nuadibú por su implicación en un intento de migración ilegal hacia las Islas Canarias; las autoridades continúan la investigación para desarticular redes de tráfico de personas
China muestra su disposición a expandir su "cooperación" con el Ejército de Rusia
China y Rusia refuerzan la cooperación militar tras la visita de Xi Jinping a Moscú, donde se reafirmó el compromiso de fortalecer la confianza estratégica y la estabilidad global

Perú busca prevenir uso indebido de fentanilo, que es sancionado con 25 años de prisión
Lima implementa medidas preventivas contra el fentanilo, promoviendo la fabricación de frascos de menor volumen y fortaleciendo la regulación para evitar su tráfico ilícito y uso indebido
La marca deportiva global U.S. Polo Assn. lanza su línea de ropa masculina en Argentina
U.S. Polo Assn. inicia su expansión en Argentina mediante el lanzamiento de su colección de ropa masculina en junio de 2025, asociándose con Incom S.p.a. y Sur Pacífico S.A.
