
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha anunciado este pasado viernes el final del procedimiento de evacuación de 1.359 efectivos de seguridad del Gobierno de República Democrática del Congo y familiares que se encontraban aislados en la capital de la provincia de Kivu Norte, Goma, desde que las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23) se hicieran a principios de año con el control de la localidad.
Los evacuados y sus familias comenzaron a abandonar Goma el pasado 30 de abril en convoyes humanitarios para recorrer los casi 2.000 kilómetros que separan Goma de la capital, Kinshasa, separadas por varios frentes de combate. El procedimiento fue completado el pasado jueves, según el CICR.
La jefa de la subdelegación del CICR en Goma, Myriam Favier, ha celebrado el éxito de una operación tras complejas negociaciones con todas las partes implicadas en el conflicto.
"Cruzar zonas controladas por diversos grupos armados, algunas de las cuales aún sufren combates, como entre Goma y Lubero, es bastante complicado. Se requiere diálogo y seguimiento constante para obtener garantías de seguridad sólidas", ha hecho saber Favier en un comunicado publicado en la página web de la organización.
La conquista de Goma por parte del M23 ha provocado un ambiente de enorme inseguridad en la ciudad. Un informe conjunto de los consejos municipales de la juventud de Goma y Karisimbi, publicado el 14 de mayo, constató al menos 15 asesinatos, y 110 domicilios atacados entre el 25 de abril y el 10 de mayo.
El Gobierno congoleño ha acusado en repetidas ocasiones al M23 de imponer un régimen de terror en Goma y acusa a los rebeldes de masacrar a 107 civiles y secuestrar a más de 4.000 personas desde que tomaron la ciudad, obligando a los efectivos del Ejército congoleño y a grupos de autodefensa aliados de los militares, conocidos como los Wazalendo, a refugiarse en la base de la misión de Naciones Unidas, la MONUSCO.
El M23 y las fuerzas gubernamentales siguen enzarzadas a pesar de los esfuerzos internacionales de mediación para acabar con un conflicto que involucra a Ruanda, acusada de financiar al grupo armado, y ha degenerado en un verdadero éxodo de cientos de miles de personas que han acabado expuestas al hambre y a la violencia de otros colectivos armados en el país.