Pablo G. Hermida
Santander (España), 16 may (EFE).- Pese a la expectación mediática generada alrededor de la inédita demanda anunciada por Juan Carlos I contra el expresidente regional Miguel Ángel Revilla, el acto de conciliación planteado por el rey emérito para evitar el pleito terminó este viernes en apenas 15 minutos y, como era previsible, sin acuerdo.
El rey emérito, que esta semana está en Sanxenxo (noroeste de España) por una competición de vela pero no acudió a esta cita en un juzgado de Santander (norte), exigía una rectificación y 50.000 euros por declaraciones del expresidente regional de Cantabria sobre él que considera "injuriosas y calumniosas".
Revilla, que sí estuvo presente, se mantuvo en lo dicho.
La letrada del rey emérito, Guadalupe Sánchez, llegó con bastante antelación al juzgado, mientras que Revilla apuró hasta los últimos minutos y, a pesar de ello, antes de entrar atendió a los numerosos medios de comunicación, a quienes adelantó que no iba a retractarse de sus palabras.
Una vez comenzado el acto de conciliación, que empezó puntual, a las 10:00 hora local (08:00 GMT), el expresidente y secretario general del Partido Regionalista de Cantabria, se sentó y dejó la palabra a su abogado.
En la sala, de pequeñas dimensiones, estaban, además de la letrada de la Administración de Justicia y de la representación legal del rey emérito y de Revilla, una veintena de periodistas y algunos miembros del partido.
Tras unos 15 minutos de acto, que concluyó sin acuerdo, como se esperaba, Revilla atendió al medio centenar de periodistas que aguardaba en el exterior.
Tanto en el acto como fuera, Revilla y su abogado insistieron en lo "atípico" que resulta que un rey anuncie la interposición de una demanda contra "un ciudadano de a pie".
Al expresidente le hubiese gustado que Juan Carlos I acudiera al acto de conciliación para explicarle sus palabras personalmente y se volvió a preguntar por qué se plantea demandarle a él: "No sé por qué ha hecho esto, me hubiera gustado preguntárselo".
Y aseguró que él "jamás había pisado" las salas del complejo judicial, donde tuvo lugar este intento de conciliación, salvo para registrar candidaturas en la Junta Electoral.
"Hoy me veo teóricamente en el banquillo, a punto de cumplir 83 años. Es algo que yo no me esperaba a esta edad, pero estoy tranquilo", afirmó Revilla, que insistió en que él "no hace daño a nadie deliberamente".
"Pero tampoco me callo lo que son injusticias", subrayó, visiblemente emocionado.
El que fuera jefe de Estado en España de 1975 a 2014, cuando abdicó en su hijo Felipe VI, está esta semana en el país, aunque reside en Abu Dabi.
El acto se produjo después de que el rey emérito anunciara el pasado abril una demanda por derecho al honor contra el expresidente por "expresiones calumniosas e injuriosas" contra en él en diversos medios entre 2022 y 2025, cuando le acusó de corrupto y evasor fiscal.
La Justicia española rechazó una querella contra el monarca al considerar que no había delito, está prescrito o fue objeto de regularización tributaria.
La abogada reclama a Revilla una rectificación pública por los mismos medios y una indemnización de 50.000 euros por daños morales, que de ser abonados, serán donados a Cáritas, una entidad benéfica de la Iglesia católica.
Con carácter previo a una demanda, la abogada pidió un acto de conciliación para evitar el litigio, pero al no llegarse a una conformidad, el caso será archivado, aunque fuentes judiciales señalaron a EFE que dependerá del demandante iniciar un nuevo proceso. EFE
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