Europa emplaza a Putin a sentarse a negociar con Ucrania y amenaza con más sanciones

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Tirana, 16 may (EFE).- Líderes de toda Europa elevaron este viernes la presión y amenazaron con más sanciones al presidente ruso, Vladimir Putin, para que se siente en la mesa de negociaciones con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, después de que en la víspera rechazara ir a un encuentro cara a cara en Turquía para intentar cerrar un alto el fuego.

Más de cuarenta jefes de Estado y de Gobierno europeos, los presidentes de la Comisión y el Consejo Europeo o el secretario general de la OTAN, entre otros, se reunieron este viernes en Tirana para la sexta edición de la cumbre de la Comunidad Política Europea, un formato impulsado por el francés Emmanuel Macron en 2022 que tres años después mantiene la invasión rusa de Ucrania en lo más alto de su agenda.

Fue un encuentro poco coreografiado y abierto a muchos encuentros espontáneos entre líderes, algo que permitió que los mandatarios de Alemania, Ucrania, Francia, Polonia y Reino Unido se sentaran en torno a un mismo teléfono para hablar con el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre las conversaciones entre las delegaciones rusa y ucraniana este viernes en Turquía.

En ellas se ha acordado el intercambio de mil prisioneros de cada bando "como una medida para crear confianza" y se ha consensuado "compartir por escrito las condiciones bajo las que se podría acordar un alto el fuego".

Aunque se trataba del primero contacto diplomático de ambos países desde 2022, los europeos han lamentado hoy que no fuese el propio Putin el que acudiera a la mesa de negociaciones, una muestra a su juicio de que el presidente ruso no se toma en serio el esfuerzo por la paz y de que es necesario incrementar la presión con nuevas sanciones.

"Creo que Putin se ha equivocado al enviar una delegación de bajo nivel. La pelota está en su campo, tiene que querer jugar y ser serio sobre querer la paz. Toda la presión está ahora sobre Putin", valoró el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que se mostró convencido de que el mandatario ruso es consciente de que ha cometido un error.

Los grandes socios en la cumbre coincidieron en que la delegación rusa en Estambul no era de un nivel suficientemente alto como para tomar decisiones por sí misma y lamentaron que puso sobre la mesa condiciones que el primer ministro polaco, Donald Tusk, consideró "inaceptables" para Kiev.

"Los rusos en Estambul rompieron de facto las negociaciones y se negaron a un alto el fuego. Es hora de aumentar la presión", pidió Tusk.

Y a su llegada a la reunión, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recogía el guante y avanzaba que Bruselas ya empezaba a preparar un nuevo paquete de sanciones apenas dos días después de dar luz verde al anterior.

La nueva batería incluirá sanciones a Nord Stream I y II, nuevos buques de la flota rusa en la sombra, una rebaja al límite del precio del petróleo y nuevas medidas contra el sector financiero de Rusia, así como, según fuentes comunitarias, contra entidades bancarias de países terceros que apoyan la maquinaria bélica rusa.

Pese a que en la reunión participaron aliados del Kremlin como el serbio Aleksandar Vucic o el eslovaco Robert Fico, el tono mayoritario de estos encuentros se mantiene en el apoyo casi pleno a Ucrania en su resistencia a la agresión de Rusia, con la llamada del presidente del Consejo Europeo, António Costa, a que el continente europeo "una fuerzas" para que el derecho internacional prevalezca en todos los frentes donde está hoy amenazado. EFE