Johannesburgo, 15 may (EFE).- El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, no se dejará "intimidar" y espera un trato "cordial" durante su reunión prevista la próxima semana con su homólogo estadounidense, Donald Trump, que busca relanzar las relaciones entre ambos países en plena crisis diplomática, afirmó este jueves la ministra sudafricana de la Presidencia, Khumbudzo Ntshavheni.
Ramaphosa "se ha comprometido con que no nos intimidarán", declaró Ntshavheni en una rueda de prensa en Pretoria, la capital sudafricana.
"Hemos sido invitados por el presidente Trump (...). Nadie invita a un invitado para maltratarlo, así que esperamos una conversación muy cordial", subrayó la ministra.
"Eso no significa que estemos de acuerdo en todo. Diferiremos, pero creemos que nuestra relación con Estados Unidos es mutualmente beneficiosa", destacó, al señalar que el Gobierno sudafricano no está "preocupado" y espera "el más alto nivel de decoro y los protocolos necesarios".
"Confiamos en que la invitación proviene de un buen lugar de buscar una aclaración de las relaciones y esa indicación viene porque Sudáfrica es un actor importante en el foro global", añadió.
La Presidencia sudafricana anunció este jueves en un comunicado que Ramaphosa visitará la Casa Blanca el próximo 21 de mayo "para tratar asuntos de interés bilateral, regional y mundial" en una visita que se desarrollará entre los días 19 y 22 de este mes.
El presidente sudafricano visitará Washington una semana después de que un primer grupo de 49 afrikáners (sudafricanos blancos descendientes de colonos neerlandeses) llegara este lunes a EE.UU. como beneficiario de un controvertido plan impulsado por Trump, que les reconoce como refugiados al considerar que sufren discriminación racial en Sudáfrica.
La llegada de estos solicitantes de asilo puso en el foco la crisis diplomática que atraviesan Sudáfrica y EE.UU., desatada el pasado febrero, cuando el presidente estadounidense ordenó la suspensión de toda la ayuda económica a Sudáfrica.
Entonces, Trump acusó a Pretoria de "confiscar" tierras a la minoría afrikáner y de mantener una postura hostil hacia Israel en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Tras la llegada de este primer grupo a EE.UU., Ramaphosa rechazó que los afrikáners cumplan con los requisitos para ser considerados refugiados y negó que estén siendo perseguidos, una postura que reiteró este jueves la ministra de la Presidencia.
"La decisión de Estados Unidos de conceder el estatuto de refugiado a un grupo de sudafricanos afrikáners está mal fundamentada, ya que no se ajustan a la definición de refugiados establecida en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967", aseveró Ntshavheni.
"El Gabinete (de ministros) rechaza la narrativa del Gobierno de Estados Unidos y se mantiene abierto a un diálogo constructivo para alcanzar un entendimiento común", concluyó la ministra, al señalar que Pretoria ofrecerá a Washington un "paquete" comercial. EFE