Ciudad de Panamá, 15 may (EFE).- El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, dijo este jueves que impedirá que los grupos sindicales que protestan contra una serie de iniciativas de su Gobierno, entre ellas una reforma a la seguridad social ya vigente, tranquen el país e impidan el desarrollo de las actividades productivas.
"Yo no voy a permitir que este país quede secuestrado otra vez por el Suntracs", el sindicato de la construcción, "o los amigos del Suntracs. Al costo que sea este país no se va a trancar", afirmó Mulino durante su conferencia de prensa semanal.
El jefe del Estado descartó que su Gobierno vaya a suspender garantías constitucionales para mantener el orden público, así como también la posibilidad de que se esté ante un intento de golpe de Estado.
"Este país no está en convulsión, no estamos en esa etapa de siquiera pensar" en suspender garantías constitucionales, aunque sí "es evidente que están tirando a matar al sistema democrático", declaró Mulino en referencia a los sindicatos en huelga que, aseguró "no tienen capacidad de hacer" un golpe de Estado.
Los sindicatos que lideran las protestas "no tienen dinero, cualquier dinero que estén usando es sucio", agregó.
Los sindicatos izquierdistas de docentes del sector público iniciaron el pasado 23 de abril una huelga indefinida para obligar al Gobierno a derogar la reforma a la seguridad social que consideran neoliberal. El sindicato de la construcción, Suntracs, se sumó el 28 de abril y también el de la industria bananera.
La huelga educativa y de la construcción se desarrolla a medias, pero la industria bananera está paralizada. Hay diariamente protestas callejeras de sindicalistas que en la capital y algunas otras ciudades obstruyen parcialmente algunas vías.
La situación más grave se registra en dos de las diez provincias de Panamá, como son Veraguas y Bocas del Toro, donde pequeños grupos, especialmente de indígenas, bloquean con árboles o piezas de concreto la vía Interamericana, que atraviesa el país y lo conecta con Centroamérica, ante lo cual actúan las fuerzas antimotines para mantener despejada esta arteria, vital para el comercio regional.
La situación en Bocas del Toro es especialmente grave, pues el sindicato de la industria bananera ha sitiado a la provincia, donde ya escasean productos y la transnacional Chiquita registra pérdidas millonarias, ante lo cual anunció el cierre definitivo de una finca y una empacadora y trasladó a la vecina Costa Rica a su personal administrativo.
El director de la Policía Nacional, Jaime Fernández, dijo el martes que durante las protestas se han dado "más de 480 cierres" de calles a nivel nacional, en los cuales "196 personas han sido aprehendidas".
El presidente panameño sostuvo este jueves que la reforma a la seguridad social "no se va a derogar", no solo porque mejora el sistema pensional sino porque de ella depende también la salud de las finanzas del país y su acceso a los mercados internacionales de crédito.
Acusó a los sindicatos de, "con su politiquería de izquierda", intentar desestabilizar el país porque con la nueva ley salen de la directiva de la Caja del Seguro Social, donde permanecieron durante "30 años felices en el derroche y la corrupción". EFE